La presidenta del grupo opositor iraní Muyahidin Jalk, Maryam Rajavi, reclamó desde París al presidente Hasan Rohani que demuestre respeto por los derechos humanos. En un comunicado, Rajavi dijo que el nuevo mandatario debería garantizar la libertad de expresión y poner en libertad a todos los presos políticos, además de facilitar la libre actividad de todos los partidos. También pidió a Rohani que abandone el supuesto proyecto de dotar al país de un arma nuclear y lo acusó de jactarse de haber sido capaz de burlar en el pasado a la comunidad mundial por esconder los planes de Teherán de dotarse de la bomba atómica.

Mientras algunos países encabezados por Estados Unidos sospechan que Irán desarrolla actividades nucleares con fines militares, Teherán lo ha negado y asegura que su proyecto atómico es exclusivamente civil y pacífico. Rajavi difundió su nota después de que Rohani fuera ratificado en la Presidencia por el líder supremo de la República Islámica, ayatolá Ali Jamenei, en una ceremonia previa a la jura y toma de posesión ante el Parlamento.

El 22 de junio el Consejo Nacional de la Resistencia Iraní (CNRI), que también preside Rajavi, reunió a miles de simpatizantes, que llegaron de todo el mundo, en las afueras de París donde calificaron de “mascarada” las elecciones presidenciales y exigieron el derrocamiento del régimen. Muyahidin Jalk, organización musulmana de ideología comunista, fue fundada en los años ’60 y participó en la Revolución Islámica, con la que se enfrentó en la década de los ’80 y sus miembros se exiliaron a Irak, donde recibieron el apoyo del fallecido dictador Sadam Husein. Estados Unidos retiró a los Muyahidin Jalk de su lista de organizaciones terroristas el 28 de septiembre –la Unión Europea la sacará de la suya en 2009–, después de que en 2001 este grupo asegurara haber abandonado las armas.