EL MUNDO
• SUBNOTA › EL DINERO ES MENOS DE LO QUE PARECE
Todo lo que reluce
Por Elizabeth Nash
y Stephen Castle *
Desde Madrid y Bruselas
Espoleados por Estados Unidos, los donantes internacionales se cuadraron ayer al prometer un paquete de miles de millones de dólares para ayudar a reconstruir Irak, pero las primeras cifras globales esconden tanto como lo que revelan, volviendo casi imposible estimar su verdadero valor para la recuperación y el desarrollo de Irak. Las promesas que partieron de los países durante el día de ayer formaron una bolsa de gatos de donaciones, préstamos, créditos de exportación y otros endulzantes comerciales, acuerdos de intercambio, otros de trueque y regalos. Estos acuerdos de mercado responden más a los intereses comerciales de los “donantes” que a las necesidades de desarrollo de un Irak arrasado, confiriendo una atmósfera bizarra a un esfuerzo supuestamente humanitario.
Funcionarios europeos admitieron que era difícil entender el sentido de los compromisos financieros de la Conferencia de Donantes, describiendo las cifras como “un enorme enredo”. Mientras los diplomáticos batallaban para reunir un conjunto de compromisos diferentes por diversos períodos, era probable que las cifras finales incluyeran no sólo donaciones sino también préstamos, ayuda condicionada y créditos de exportación. Grandes inversores como Japón y Arabia Saudita comprometieron más de lo que se esperaba, pero gran parte de eso viene en la forma de préstamos y créditos que pesarán fuertemente en un Irak profundamente endeudado. Y el compromiso norteamericano por 20.000 millones de dólares se extiende por los años hasta 2007.
Lo que Irak necesita urgentemente son 9300 millones de dólares para 2004 en la forma de donaciones no retornables –de acuerdo con la ONU y el Banco Mundial– para satisfacer sus necesidades inmediatas. Irak, atrapado en sus deudas, no puede tomar préstamos para 2004 porque está demasiado endeudado para poder recibir créditos, y no se espera que tenga suficientes ganancias petroleras para pagar los préstamos hasta después de esa fecha. La urgencia de conseguir efectivo sin contraprestaciones fue detallada por Mark Malloch Brown, jefe del Programa de Desarrollo de la ONU: “Nuestro análisis de necesidades... cuenta la historia de un país derrumbado desde un ingreso per cápita de 3600 dólares hace 25 años a menos de 600 dólares hoy... Es una nación cuyo colapso está escrito tanto en sus indicadores sociales como en la violencia de algunas de sus calles”, dijo ayer Malloch Brown a los delegados. En 2004 Irak “dependerá totalmente de financiación por vía de donaciones para casi todo lo que esté por encima de sus costos diarios a ser cubiertos por sus ganancias petroleras. Estimamos... que idealmente serían necesarios 9000 millones para el primer año”.
En otras palabras, se necesita ahora un gran paquete de ayuda, pero luego financiamiento mixto para el mediano y largo plazo. Por eso, el éxito de la conferencia depende no de la cifra global sino del balance entre la cantidad de efectivo ahora y de fondos condicionados luego.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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