EL MUNDO › LOS BANQUEROS LE RECLAMAN DECISION AL GOBIERNO
Una extraña sensación de vacío
Por Raúl Dellatorre
Mezcla de desencanto y desesperación, los banqueros privados salieron ayer del Banco Central tras una reunión con su presidente, Mario Blejer, con una sensación extraña. “Los jueces están desmadrados repartiendo órdenes de devolución de depósitos, el público se desespera por conseguir dólares con los pesos que recupera y el Central se quedó sin política monetaria, ya no sabe cuándo intervenir y cuándo no”, resumió uno de los asistentes al encuentro con Blejer. “El equipo económico tiene que tomar alguna decisión, dar batalla, y si no, tiene que irse”, remató.
La conducción económica, sin Remes Lenicov (en México) mantuvo ayer intensas reuniones. Primero encerrados en el Palacio de Hacienda, luego con los banqueros en el Banco Central, pero sin transmitir posteriormente ninguna decisión en firme. El tema que ocupó el mayor tiempo fue cómo frenar la salida de fondos del sistema que producen los fallos de la Justicia favorables a los ahorristas atrapados en el corralito, a los que el equipo económico demoniza como responsable de la exasperada demanda de dólares. “Esta experiencia va a entrar en los libros de texto como la primera hiperinflación generada por la Justicia”, describió ayer Blejer frente a los banqueros.
Los representantes de los principales bancos de la plaza le llevaron a las autoridades del Central la misma preocupación. “Blejer dijo que iba a buscar el respaldo del presidente Duhalde para ver qué se podía hacer: o sea, nada”, fue la conclusión que transmitió un asistente al encuentro. “El tema es que los jueces están desmadrados, en una patoteada permanente contra los bancos, te encarcelan los gerentes, y todo esto se ve en el tipo de cambio”, sostuvo la misma fuente.
Los banqueros afirman que el impulso al dólar está dado totalmente por el mercado minorista. El mercado mayorista está casi inactivo. Los exportadores están ausentes, alegando que no embarcan mercadería “porque no ven cuál es el precio” en que se estabilizará el dólar, y prefieren esperar aunque pierdan operaciones. Los importadores prácticamente se han automarginado, porque a este precio ya no saben si podrán volcar sus productos al mercado interno. Según algunos operadores, “estamos a la puerta del desabastecimiento, y el paso siguiente es la hiperinflación”.
En el Gobierno hubo quienes imaginaron la posibilidad de frenar los fallos a favor de los amparos contra el corralito mediante un decreto de necesidad y urgencia. El Banco Central no quiere seguir arriesgando reservas y espera que el dólar encuentre pronto un nivel de equilibrio. El problema es que hoy tres pesos es un valor altísimo, pero si hay traslado a bienes (inflación), la mayoría verá posible otro salto a cinco.