EL MUNDO
Acuerdo de terror
Entre las nuevas medidas antiterroristas que podrían entrar en vigencia en diciembre, en Gran Bretaña, se destacan tres nuevos delitos: formación en productos y técnicas de atentados, incitación “indirecta” al terrorismo y “actos preparatorios” para cometer ataques. También se busca impedir que jóvenes británicos realicen cursos cortos en Afganistán o Pakistán, donde cientos de musulmanes británicos –incluidos los atacantes del otro jueves– han viajado en los últimos años para recibir entrenamiento militar clandestino.
Los proyectos de ley fueron presentados ayer por el ministro del Interior británico Charles Clarke al Partido Conservador y al Partido Liberal Demócrata. Según Clarke, se habría llegado a un acuerdo en la reunión para anunciar mañana ante el Parlamento la reintroducción de ese paquete de medidas, que debía entrar en vigor a mediados de 2006, aunque puede aplicarse en diciembre, seis meses antes, si lo pidiesen la policía y los servicios de seguridad que gozarían de mayores poderes.
El primer ministro Tony Blair ya había anunciado tras los atentados que durante mucho tiempo dio refugio a religiosos integristas que venían lanzando, desde mezquitas londinenses, discursos incendiarios en favor de la guerra santa. Con estas nuevas leyes antiterroristas, aquellos que “ensalcen” al terrorismo serán criminales. El gobierno de Blair da así por terminada su política de tolerancia.