Tres hombres detenidos el 22 de marzo en el marco de la investigación sobre los atentados del 7 de julio de 2005, en Londres, fueron formalmente acusados ayer, anunció Scotland Yard. Los tres acusados de haber financiado, preparado o ideado actos de terrorismo están encarcelados en Londres, donde fueron interrogados por miembros de la unidad antiterrorista de la policía británica. Dos de ellos, Shipon Ullah, de 23 años, y Mohamed Shakil, de 30, fueron detenidos en el aeropuerto de Manchester, cuando se disponían a embarcar en un avión rumbo a Pakistán. El tercero, Sadeer Saleem, de 26, fue arrestado en Leeds. Se trata de los tres primeros detenidos y acusados en la investigación. Peter Clarke, jefe de la célula antiterrorista de Scotland Yard, indicó que la investigación de los atentados entra en “una nueva fase”. Los tres hombres fueron inculpados después de 21 meses “de investigación intensiva” llevada a cabo por Scotland Yard y la policía de West Yorkshire, al norte de Inglaterra, “sobre la muerte de 52 víctimas inocentes”, declaró. En concreto, al trío se lo acusa de haber “puesto a punto”, entre el 1º de noviembre de 2004 y el 29 de junio de 2005, el plan terrorista junto a los cuatro kamikazes de los atentados del 7 de julio de 2005 –Mohamed Sidique Khan, Shezhad Tanweer, Jermaine Lindsay y Hasib Husein–. El plan culminó con las explosiones en tres vagones de metro y un autobús en Londres. Los atentados del 7-J causaron 56 muertos, incluidos sus cuatro autores, y casi 700 heridos. Tres kamikazes se hicieron volar casi al mismo tiempo en la mañana de ese día, en tres líneas de metro, mientras que el cuarto lo hizo menos de una hora después en un autobús. Las bombas las llevaban en mochilas. Ese ataque coincidió con el comienzo de la cumbre del G-8 en Gleneagles, Escocia, y tuvieron lugar al día siguiente de la elección de Londres como sede de los Juegos Olímpicos del año 2012.