EL MUNDO › LAS ACCIONES DE ENRON YA NI COTIZAN
Cómo rematar a un muerto
Por Javier del Pino
Desde Washington
Wall Street propinó anteayer el golpe final a las acciones de Enron al suspender su cotización en la Bolsa de Nueva York. El mercado de valores considera que la bancarrota de la compañía energética justifica una medida que pretende no empeorar la perspectiva financiera de los pequeños accionistas. También se supo que cuando Kenneth Lay, presidente de Enron, distribuía correos electrónicos entre sus trabajadores sobre la “inmejorable” salud financiera de la compañía, una de sus personas de confianza le había advertido por carta sobre “irregularidades, secretismo y posibles escándalos”.
Según los responsables de la Bolsa, Enron tiene derecho a que se revise su suspensión, aunque la orden no les alienta a hacerlo: les recuerda que las acciones, que llegaron a cotizar a 90 dólares en agosto de 2000, han cerrado a menos de un dólar en los últimos 30 días de cotización.
En otro ángulo del caso, varios miembros del Congreso que lo investigan develaron la existencia de una carta que contradice abiertamente la supuesta sorpresa que supuso para Lay la caída en picada de su propia empresa. Desde el envío del texto hasta la suspensión de pagos apenas pasaron tres meses; antes, Lay y sus directivos se acababan de enriquecer con la venta de acciones la compañía. La fecha de la carta proporciona una prueba más sobre el grado de conocimiento real de los directivos sobre el desastre financiero de la compañía.