Carlos Menem decidió romper diálogo con el Gobierno al entender que Eduardo Duhalde busca abortar la interna justicialista y prorrogar su mandato hasta fines del 2003. Por eso ordenó a sus hombres retirarse de la “mesa chica” del Congreso Nacional partidario, que hegemoniza el duhaldismo, para no ser “cómplices” de lo que allí suceda durante esta jornada. “No aceptamos ninguna maniobra que altere el cronograma electoral, que prevé internas para el 15 de diciembre. Si el PJ no tiene un candidato convalidado en una interna a término se generará a futuro un problema de gobernabilidad”, advirtió Eduardo Bauzá a Página/12. A pesar del endurecimiento, en la Casa Rosada aseguraron que hoy se volverán a tender puentes hacia el menemismo.
La “mesa chica” del Congreso del PJ comenzará a definir hoy mismo un paquete de medidas que podría demorar la interna hasta el próximo año. Ayer a la mañana, el propio Duhalde especuló con una puja para los primeros días de enero. Sabiendo de la reacción menemista, por la noche se reunió con las principales figuras de esa “mesa chica” para avanzar con pies de plomo y evitar profundizar aún más la pelea.
En la sede de la Jefatura de Gabinete, donde funcionaba el edificio de la ex Somisa, conversaron con Duhalde, además del dueño de casa Alfredo Atanasof, los gobernadores Carlos Reutemann y José Manuel de la Sota, el ministro del Interior, Jorge Matzkin, y el senador entrerriano Jorge Busti. No estaba –pero llamó– Néstor Kirchner, a quien el Presidente lo imagina en una fórmula común con el gobernador cordobés.
La consigna fue buscar alternativas para que en el encuentro de la “mesa chica” de hoy, que deberá convocar a un Congreso “amplio” en los próximos días, no se produzca un choque frontal con el menemismo. Cerca de la medianoche, Busti señaló que se harán todos los esfuerzos para que los hombres del ex presidente no estén ausentes en el encuentro ya que no se trata de una cumbre “antimenemista”.
“Mañana tenemos una reunión a las 14 de la mesa chica, pero vamos a hablar a la mañana con todos porque queremos hacer un congreso de unidad, porque el objetivo es que todos los candidatos participen dentro del partido”, señaló Busti. En la misma línea se expresó uno de los funcionarios oficiales que participó del encuentro en la Jefatura de Gabinete.
Horas antes, Menem analizó el desarrollo de la interna en el Hotel Presidente. Lo secundaron el gobernador de Salta y compañero de fórmula, Juan Carlos Romero, y algunos integrantes del equipo de campaña. Entre ellos Bauzá, Alberto Kohan, Javier Mouriño, Adrián Menem, Alberto Pierri, César Arias y Claudio Sebastiani.
Allí se decidió el endurecimiento de las posiciones tras fracasar las tratativas con el Gobierno y en especial la misión de Romero, quien se reunió el domingo con Duhalde en su casa de Lomas de Zamora.
Como parte de esa postura rupturista, el menemismo no aportará sus hombres –Romero y Bauzá– a la “mesa chica” del congreso partidario. Y comenzaría con un trabajo de “despegue” del bloque del PJ en el Parlamento. En este último punto se entenderían los “problemas de gobernabilidad” aludidos por Bauzá.
Más aún, Menem denostó la idea de Duhalde de posponer las elecciones internas a “enero” y dijo que la fecha será el 15 de diciembre, tal como lo dispuso el Consejo del PJ. La mayor flexibilización llega hasta el domingo siguiente, el 22. Pero no más allá.
En cambio, se mostró abierto a reformular al composición de la Junta Electoral partidaria, para que los 14 miembros respondan por partes iguales a todos los candidatos del PJ. Hoy la mayoría de ellos son afines al ex presidente.
“En el 88, sobre 17 gobernadores, nosotros peleamos contra 15. De 110 miembros de partido, teníamos 9. Siempre en minoría, pero ganamos contando los votos. Y nunca cuestionamos la Junta Electoral, pero estamosdispuestos al cambio que quieran en ese aspecto”, arengó ante este diario Kohan.
Claro que no por eso dejaron pasar por alto las intenciones del Congreso de nominar una Junta con “notables”, entre los que se hicieron deslizar los nombres de Antonio Cafiero y Carlos Juárez. “Nosotros adherimos a la postura del gobernador de La Pampa, Rubén Marín, que dijo que Duhalde busca un ‘golpe de Estado’ para desplazar a la conducción partidaria. Y el tema de los ‘notables’ parece ir en ese sentido”, señaló Mouriño.
El comunicado menemista fue más diplomático. Acusó al Gobierno de “obstaculizar el proceso electoral, interfiriendo indebidamente la vida interna de los partidos, judicializando contra natura la vida política y pretendiendo imponer o proscribir candidaturas mediante el uso de recursos destinados a fines generales”.