Una vez más, el vicepresidente devenido uno de los líderes de la oposición quedó al frente del Poder Ejecutivo. Debido al viaje de Cristina Fernández a Estados Unidos, Julio Cobos asume el mando y, aunque en su entorno señalan que se dedicará a “ponerse al día con audiencias atrasadas”, sus colaboradores no se animaban a descartar que en algún momento realice “la Gran Cobos” (sic), en alusión a alguna actividad que concite la atención mediática. Sin embargo, en el olvido quedará su intento de girar el proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual a cinco comisiones del Senado, ya que la decisión recaerá en manos del senador oficialista José Pampuro.

Quienes conocen en detalle la agenda del vicepresidente aseguran que se mantendrá en su despacho del Senado y no concurrirá a Casa Rosada, como lo hizo en otras oportunidades. Incluso, su equipo de comunicación le preguntó si quería dar difusión a alguno de los encuentros previstos para esta semana, pero Cobos prefirió mantener el suspenso. Solamente anticiparon que en los días que esté a cargo del Poder Ejecutivo aprovechará para saldar las reuniones postergadas por su función como presidente de la Cámara alta. En el entorno del vice aseguran que después de la carta que escribió la semana pasada, llamando a un gran consenso nacional, ahora mantendría perfil bajo.

Como una muestra de la falta de diálogo entre la Presidenta y el vice, en el despacho del mendocino sostenían que no sabían con seguridad hasta cuándo debería reemplazar a la primera mandataria. Por informaciones periodísticas, suponían que será hasta el próximo domingo, cuando la Presidenta termine su viaje.

El archivo de anécdotas que acumula Cobos los días en que reemplazó a CFK ponen en duda los augurios de “normalidad” que adelantan algunos de sus colaboradores. Además, todas las acciones del vice en el mando son anteriores a su victoria en Mendoza por 25 puntos y su lanzamiento como precandidato en 2011. Con este nuevo antecedente, Cobos empezó a levantar su perfil y a mostrarse como unificador de la oposición. En suma, teniendo en cuenta acciones pasadas y su posicionamiento actual, las probabilidades de que el kirchnerismo reciba una sorpresa durante esta semana no son pocas.

El 1º de abril de 2009, Cobos fue el encargado de despedir los restos del ex mandatario Raúl Alfonsín, mientras la Presidenta se encontraba en Londres por la Cumbre del G-20. En el velatorio realizado en el Congreso cuando ostentaba el control de la República tuvo un fugaz encuentro público con Néstor Kirchner. Unas semanas más tarde, el viernes 17 de abril, Cobos faltó a una Convención Radical realizada en Mar del Plata porque Cristina Fernández viajó a Trinidad y Tobago para la Cumbre de las Américas y prefirió “cuidar la institucionalidad”.

En febrero de este año, el vice quiso viajar a Tartagal para mostrarse junto a los damnificados por las inundaciones, pero nunca pudo conseguir el avión oficial. La Presidenta estaba en España.

El 20 de noviembre de 2008, Cobos volvió a quedar a cargo mientras CFK estaba de gira por Africa. Antes de que la Presidenta regresara, el kirchnerismo transpiró frío por el pedido del PRO para que el vice aproveche sus facultades y vete la ley de estatización de los fondos previsionales. El acontecimiento no sucedió, pero en respuesta a las críticas K, Cobos amenazó con impulsar una consulta popular no vinculante para que se definiera si debía seguir en el cargo. Pero lo más polémico ocurrió hace exactamente un año y un día, el lunes 22 de septiembre de 2008, cuando recibió al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, y su vicejefa, Gabriela Michetti. En aquel momento escuchó sus quejas y les sirvió de caja de resonancia para sus reclamos. Como si no hubiese sido suficiente, a la mañana siguiente recibió al titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, en el marco del conflicto con las entidades agropecuarias. Algo similar hizo el 14 de agosto de 2008, cuando CFK viajó a la asunción de Fernando Lugo en Paraguay: ese día visitó la Sociedad Rural de Junín.