Ramón Mestre (hijo) tiene 37 años. Juró el jueves como senador y será el legislador más joven de la próxima Cámara alta. En Córdoba, su provincia, el radicalismo viene de ganar en Diputados –con Oscar Aguad a la cabeza– y de salir segundo en el Senado, desoyendo al Comité Nacional que le ordenaba aliarse con sus socios del Acuerdo Cívico y Social. Producto de la alianza con el vicepresidente Julio Cobos, el radicalismo cordobés es uno de los ejes centrales de su candidatura presidencial. Desde las últimas elecciones lo señalan como candidato a intendente de Córdoba capital y, si Aguad se descuida, a gobernador. Con su acento cordobés, un rosario al cuello y sofocado por el calor húmedo de Buenos Aires, Mestre dice a Página/12 que “no tiene ninguna duda” de que la oposición debe arrebatarle al oficialismo la presidencia de la Cámara baja y la presidencia provisional de la Cámara alta. Además respalda la postulación de Cobos en 2011.

–¿Cuáles son los desafíos que tendrá el próximo Congreso?

–Hay una necesidad de restablecer las reglas de juego y dotar de mayor institucionalidad a la Argentina. Tenemos que ir a lo básico, que es respetar el artículo 1º de la Constitución, que dice que el sistema de gobierno adoptado es representativo, republicano y federal. Concretamente, los recursos que salen de las diferentes jurisdicciones no vuelven sino que hay un manejo arbitrario por parte del Gobierno nacional. También hay que cambiar la composición del impuesto al cheque. Hay que rediscutir los acuerdos entre las provincias y la Nación. A esto le agrego la devolución del 15 por ciento que las provincias cedieron a la Anses cuando se conformó el régimen de capitalización. Eso es lo primordial.

–¿La oposición debe tomar la presidencia de la Cámara de Diputados y la presidencia provisional del Senado?

–No tengo ninguna duda de que si el número permite llevarlo adelante, hay que hacerlo. No me parece para nada descabellado. Hay un antecedente de años anteriores. Más allá de eso, voy a respetar la decisión que tome el partido. Nosotros en Córdoba acompañamos el planteamiento de Morales y Ernesto Sanz, en virtud de que existía ese ánimo en la oposición.

–¿Qué piensa de la reforma política?

–Parece ilógico que se vaya a sancionar la reforma política. Aunque es importante que se modifique el financiamiento y la transparencia, en las provincias vamos a elegir a los mejores intendentes y los mejores gobernadores, y van a tener que desfilar arrodillándose ante el Gobierno nacional para que nos devuelvan los recursos que nos corresponden. Es una mera reforma electoralista para intentar mejorar las posibilidades del kirchnerismo.

–¿Qué le parecieron las declaraciones del gobernador correntino Ricardo Colombi luego de reunirse con Néstor Kirchner?

–Me parece que está pésimo lo que ha hecho Colombi, pero también está pésimo lo que hace el Gobierno nacional, porque extorsiona a los gobernadores. Hace un juego político de los recursos y eso evidentemente produce coacción, un sinnúmero de acciones por parte de los referentes de las provincias que no responden a la autonomía consagrada en la Constitución. Son cuestiones básicas, pero lamentablemente lo básico es lo que tenemos que reclamar.

–¿Colombi debería ser expulsado de la UCR?

–A los que les toca gobernar, mientras tengan una relación institucional correcta, sería una locura que uno los castigue o pida renuncias o expulsiones. Lo que sí tiene que dar es una demostración contundente de qué es lo que pasó, porque lo han elegido hace tres o cuatro meses y la gente no entiende nada. Al fin y al cabo, el descrédito es para todos, no solamente para los que cometen el acto de transfuguismo. Evidentemente, el Tribunal de Etica tiene que actuar con todas las de ley. Si vos querés obtener recursos, tenés que jugar con la posición totalitaria de este gobierno.

–¿Qué piensa del acuerdo de un año de alternancia entre Aguad y Ricardo Alfonsín en la conducción del bloque de Diputados?

–Córdoba merecía tener mayor espacio, no tan sólo en Diputados y el Senado sino también en el partido. A pesar de que muchos nos subestimaban, el radicalismo se ha recuperado, ha vuelto a ser ganador y está en inmejorables condiciones de disputar el gobierno de la provincia y el gobierno de la ciudad capital. En ese contexto, a Córdoba se la debería reconocer de otra forma.

–¿El radicalismo debe llevar un candidato propio a presidente en 2011?

–Cobos es el mejor candidato del radicalismo. Pero para eso va a tener que dar una respuesta a algunos sectores que están planteando cómo se desenvuelve en el cargo institucional que tiene. Más allá de eso, la UCR tiene la obligación de constituir un proyecto que le está haciendo mucha falta al país.

–Antes de las legislativas, un sector del radicalismo impulsaba un gran acuerdo electoral desde el PRO hasta el socialismo para derrotar al kirchnerismo. ¿Podría producirse en 2011?

–Es una idea importante, pero no sé si puede realizarse, porque pululan egoísmos y personalismos en las distintas corrientes políticas. Y la mayor fortaleza que tiene el kirchnerismo es la debilidad de la oposición, producto de su atomización. Primero tenemos que trabajar en consensos legislativos y después seguramente se puede ir moldeando la constitución de un frente.