El Senado cerrará hoy el año parlamentario con una sesión maratónica que incluye como primer tema uno de los proyectos más codiciados por el Gobierno: la reforma política. El kirchnerismo buscará convertir en ley la norma que busca regir la vida de los partidos políticos y que establece la realización de “primarias abiertas, simultáneas y obligatorias” para la elección de candidatos a cargos nacionales. La oposición, especialmente el radicalismo, anunció que concuerda con “el espíritu” de la iniciativa, pero propone cambios que saquen de la órbita del Ministerio de Interior la distribución de los fondos partidarios y la publicidad audiovisual, además de la organización, control y el escrutinio provisorio de las elecciones.

Los senadores kichneristas llegarán al recinto con la convicción de que cuentan con los votos necesarios para convertir en ley la reforma política. Pasaron la primera prueba cuando lograron las firmas del dictamen de mayoría, después de que el Gobierno decidiera apurar los pasos para sancionar la norma antes del recambio parlamentario, y hasta prorrogara las sesiones ordinarias hasta el jueves 10 para lograrlo. Con la nueva composición legislativa, ya no contará con la mayoría del cuerpo.

Todo esto, en medio de la ausencia opositora en el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto, ante la imposibilidad de incorporar modificaciones al proyecto. Contrarreloj, el oficialismo le bajó la persiana a nuevos cambios sobre el proyecto que tuvo media sanción de la Cámara baja, con más de 50 modificaciones con respecto al texto original enviado por el Ejecutivo.

Los diputados K aceptaron varias propuestas opositoras y, en especial, los reclamos de los partidos denominados chicos. Así se bajaron los pisos para la obtención de la personería electoral (del 5 al 4 por mil de adhesiones del padrón electoral de cada distrito), que se controlarán año a año, y para conservarla (del 3 al 2 por ciento de los votos obtenidos en las últimas dos elecciones). También el piso de votos que deberán obtener los partidos o frentes electorales en las internas para poder participar de las elecciones generales: pasó del 3 al 1,5 por ciento de los votos emitidos en las primarias. Incluso se desestimó la propuesta de la publicación de los padrones partidarios en Internet. Los partidos de la izquierda no parlamentaria plantearon que eso provocaría que los empresarios pudieran discriminar y echar a los trabajadores por sus ideas políticas. Sin embargo, las concesiones del oficialismo no lograron sumar votos a favor de la reforma, más allá del acompañamiento de sus aliados más fieles.

Los senadores opositores no desecharán la tribuna del recinto para manifestar su rechazo a los puntos que consideran más controvertidos del proyecto. Por ejemplo, que no haya padrones partidarios para las elecciones primarias y que cada ciudadano, al margen de su filiación política, pueda votar en la interna que le parezca más atractiva. “Esto facilita la intromisión de algunos partidos en la interna de sus futuros adversarios”, insisten los radicales.

Pero la reforma no será el único tema que tendrá la sesión de hoy. Sobre tablas, porque las comisiones del Senado no llegaron a debatir los proyectos, se tratarán de convertir en leyes la mayoría de edad a los 18 años para acceder a los derechos civiles y la recaudación del uno por ciento en la facturación de los abonos de celulares para financiar la creación del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo, respaldado por el Comité Olímpico Argentino y la Secretaría de Deportes de la Nación. En el extenso temario también figura la creación de universidades nacionales en el Gran Buenos Aires: Moreno, Florencio Varela, José C. Paz, Almirante Brown y de la región Metropolitana Norte, con sede en San Isidro, que se sumarán a otras tres ya aprobadas por el Congreso la semana pasada, como las también bonaerenses Avellaneda y Merlo, y la de Villa Mercedes, en San Luis.