Luego de pasar el primer fin de semana del 2011 en Río Gallegos junto a sus hijos y familiares más cercanos, la presidenta Cristina Kirchner retomó ayer su actividad oficial en un día en el que concedió varias audiencias, pero no participó de ningún acto público. Para los próximos días, según se anticipó, la agenda prevé jornadas similares de bajo nivel de exposición, aunque no se descartan nuevos anuncios respecto de cambios en las segundas y terceras líneas del gabinete, mientras la mandataria se prepara para su primer viaje internacional del año, que la llevará de gira por Medio Oriente.

El día de la Presidenta comenzó bien temprano en la residencia de Olivos, adonde se reunió –cerca de las diez de la mañana– con el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, con quien discutió detalles de la agenda para este mes, incluyendo el viaje que, desde el 15, la llevará a Kuwait, Qatar y Turquía, en visita de Estado. Más tarde, se sumó el secretario de Obras Públicas, José López, para estudiar el plan de viviendas elaborado por el gobierno porteño en respuesta a las tomas de las últimas semanas.

Por la tarde, ya en la Casa Rosada, Cristina recibió al ministro de Economía, Amado Boudou, quien le rindió los informes sobre la recaudación fiscal tanto de diciembre pasado como de todo el 2010. De esa actividad también formaron parte el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, y el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, quienes fueron los responsables de dar a conocer las cifras, una vez que tuvieron el visto bueno de la Presidenta.

También pasaron por el despacho presidencial el canciller Héctor Timerman, que reportó las novedades que recogió en Brasil, adonde fue para la asunción de Dilma Rousseff (durante ese viaje confirmó que la Argentina será el primer país que visitará la flamante jefa de Estado) y también el nuevo secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Juan José Mussi, aunque no se hizo público el temario de esa reunión.