Con el debut de la boleta única, la provincia de Santa Fe eligió ayer candidatos a gobernador y vice, diputados y senadores provinciales, intendentes y concejales. Al cierre de esta edición, en el Frente Progresista Cívico y Social se imponía el delfín del gobernador socialista Hermes Binner, el ministro Antonio Bonfatti, sobre el segundo, el intendente radical Mario Barletta, quien dio la sorpresa relegando a un tercer lugar al presidente del PS y senador nacional, Rubén Giustiniani. En el peronista Frente Santa Fe para Todos, el jefe de la bancada kirchnerista de Diputados, Agustín Rossi, superaba por cinco puntos al intendente de Rafaela, Omar Perotti, que excedió las expectativas y dejó tercero al ex canciller Rafael Bielsa. El candidato del PRO, el humorista Miguel Del Sel, obtuvo un buen resultado, aunque compitió solo, y se ganó la visita del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, que viajó para acompañarlo.

Cerca de la 1 de la mañana, con el 45 por ciento de los votos escrutados, Bonfatti reunía el 40,6 por ciento, Barletta el 35,8 y Giustiniani el 22,8. Por el lado del peronismo, Rossi cosechaba el 38,3, Pero-tti el 33,6 y Bielsa el 26,5. Aunque los números no eran definitivos, ya dejaban varios mensajes políticos. La recuperación del kirchnerismo en una provincia que lo había castigado en 2009, cuando estallaba el conflicto con el sector agropecuario. En aquel momento, Rossi recibía huevazos de parte de un grupo de productores rurales mientras que ayer se imponía como candidato del peronismo unificado. La alta imagen de la presidenta Cristina Fernández en la provincia resultó un factor clave para esa recuperación. El hasta ahora mandamás del peronismo local, el senador Carlos Reutemann, brilló por su ausencia durante toda la campaña. Sin embargo, Perotti, identificado originalmente con el peronismo disidente, dio un batacazo y se acercó a los resultados del diputado kirchnerista.

El ex piloto de Fórmula 1 reapareció ayer por su estancia de Llambi Campbell para votar y fue lapidario con el peronismo disidente: “Eso ya fue. El Peronismo Federal fue”, sentenció Reutemann.

El contundente apoyo de Binner a su ministro de Gobierno le permitió revertir el alto desconocimiento y alcanzar una victoria holgada. Rubén Giustiniani, que arrancó la campaña primero cómodo, terminó tercero y quedó debilitado como titular del PS nacional. “Estamos en condiciones de afirmar que Bonfatti representa al Frente Progresista –aseguró Giustiniani, el primero de los precandidatos en hablar, pasadas las 22.30–. Recién me comuniqué con él para felicitarlo y quedar a su disposición para trabajar por la victoria en el segundo tramo de la campaña. El Frente Progresista es uno y estamos sumando para su triunfo el 24 de julio.” Hubo tendencias a partir de las 19, producto de las encuestas de “boca de urna” de consultoras privadas. Esos sondeos ya colocaban a Bonfatti a la cabeza del FPCyS y a Rossi en el Frente Santa Fe para Todos. Al mismo tiempo se conocía que Miguel Del Sel hacía un muy buen papel para haber competido solo. La pelea se trasladaba entonces a los segundos lugares. Barletta o Giustiniani por un lado, Bielsa o Pero-tti por el otro.

Hasta la medianoche, el gobernador no apareció públicamente. Binner votó temprano en Rosario y partió rumbo a la Casa de Gobierno, en Santa Fe. Allí recibió a veedores de la elección y junto a funcionarios del gabinete brindó detalles del novedoso sistema electoral. Los dirigentes de su lista se empezaban a congregar en el mítico bar rosarino El Cairo, donde reinaba el optimismo. El contraste con el bunker de Giustiniani, en un hotel céntrico, daba la pauta de que más allá de los números había una tendencia irreversible.

“Se siente, se siente, Binner presidente”, le gritaron al gobernador a medianoche, cuando hizo su aparición. Con este resultado, Binner deberá decidir en los próximos días si acompaña a Ricardo Alfonsín como vicepresidente o si busca liderar un proyecto propio (ver aparte). “Binner hoy está a disposición para construir un proyecto de nación como lo hicimos en Santa Fe. Habrá que discutir primero un programa y después las candidaturas”, aseguró Bonfatti al festejar su triunfo, anoche, junto al gobernador. Binner eludió dar un discurso y les cedió el protagonismo a los candidatos: “Los verdaderos ganadores de las elecciones son los que tienen la palabra. El socialismo se está renovando. Estamos construyendo hacia futuro. Esta noche les corresponde plenamente a Antonio Bonfatti, a Jorge Henn y todos los que han ganado”, dijo y se alejó del micrófono.

Con toda la liturgia peronista, Rossi apareció cerca de la 1, acompañado por dirigentes nacionales como Emilio Pérsico del Movimiento Evita, Juan Carlos Schmid de la CGT, diputados y senadores nacionales. “Estoy convencido de que hemos ganado esta elección”, aseguró Rossi y pidió esperar hasta el final (ver más información en página 4). El diputado se ocupó de destacar el resultado general de las primarias, sumando el total de votos reunido por cada partido. Es que, aunque no pueden trasladarse automáticamente, los números de la primaria marcarán una tendencia para las generales del 24 de julio y, al cierre de esta edición, el peronismo obtenía el 43,8 por ciento de los votos, el Frente Progresista el 39,5 y el PRO el 15,2. Si bien algunos votos del PJ disidente podrían volcarse hacia Del Sel, el Frente Progresista tomó nota de que la suma de sus candidatos obtuvo 30 mil votos menos que la suma de los candidatos peronistas.

En el PRO estaban muy entusiasmados con la elección del capocómico Del Sel. Superó por varios puntos las expectativas iniciales de alcanzar el 10 por ciento de los votos. Del Sel había recibido como un baldazo de agua fría la decisión de Macri de bajar su candidatura presidencial. Con el resultado favorable de la primaria buscarán ahora influir en la discusión interna del PRO: llevar una alternativa propia o no presentar candidato en octubre. “Tenemos que tener candidato o al menos un aliado del Peronismo Federal”, reclamaban desde el bunker del humorista. Para sumar optimismo, Del Sel apostará a capturar buena parte de los votos de Perotti, reacios al kirchnerismo.

Salvo algunos inconvenientes a primeras horas de la mañana, el nuevo sistema de votación se llevó adelante con éxito, produjo una importante aceptación entre los santafesinos y la dirigencia política en general. Sin embargo, las facilidades y la celeridad a la hora de emitir el sufragio –lo podían hacer hasta cinco personas al mismo tiempo– se revirtieron a la hora de realizar el escrutinio. Los fiscales debían contabilizar por separado cada una de las cinco planillas –una correspondiente a cada categoría–, por lo que las primeras tendencias recién se conocieron a medianoche.