El delfín al que el gobernador Hermes Binner apostó todas sus fichas es un médico rural de sesenta años. Dirigente socialista desde sus tiempos de estudiante universitario, Antonio Bonfatti ocupó desde el retorno de la democracia cargos ejecutivos y legislativos a nivel local y provincial, en paralelo con su profesión.

El actual ministro de Gobierno y Reforma del Estado de Santa Fe y flamante candidato del Frente Progresista Cívico y Social (FPCS) nació el 1º de diciembre de 1950 en Rosario. Cuando tenía veintidós años, y mientras cursaba su carrera en la Universidad Nacional de Rosario, fundó junto con Binner y Guillermo Estévez Boero el Partido Socialista Popular.

Hasta que el terrorismo de Estado lo obligó a tomar distancia de Rosario trabajó junto con Binner en un centro de atención primaria de la salud en La Tablada, una villa de emergencia de la ciudad. Vivió su exilio interno en Las Parejas, a cien kilómetros de Rosario. En el Hospital Nacional del Centenario puso en práctica su especialización, la medicina del trabajo. En el mismo pueblo creó servicios de medicina del trabajo en empresas metalúrgicas y madereras, y comités mixtos de salud e higiene del trabajo.

Con el retorno de la democracia volvió al ruedo político. En 1983 fue electo intendente de Las Parejas, cargo que desempeñó mientras ejercía su profesión en el Servicio para la Atención Médica de la Comunidad. Volvió a ser electo en 1989, entonces para concejal por cuatro años. Por esos años complementó su formación profesional con un posgrado en Gestión y Planificación de la Salud.

En 1995 se trasladó a Rosario, convocado por el entonces intendente Binner como secretario de Salud del municipio y, dos años después, como secretario de Gobierno, desde el que adquirió un protagonismo central en la política local. Como docente tuvo a su cargo la cátedra de Genética en la UNR. En 2003 fue electo diputado provincial y encabezó cuatro años el bloque del PS. Desde 2007 ocupa el cargo actual.

Sus banderas en la campaña fueron la descentralización del Estado provincial en regiones, la disminución de la mortalidad infantil, el crecimiento de la matrícula en las escuelas secundarias y las obras públicas. Su principal promesa: profundizar las políticas desarrolladas durante el gobierno de Binner, con hincapié en las políticas de vivienda e infraestructura. “En seis años el ciento por ciento de la ciudad de Rosario tendrá cloacas”, prometió. También extender los acueductos para llevar agua potable al oeste del Gran Rosario. “Los pingos se ven en la cancha. La experiencia no se adquiere de un día para otro”, afirmó días atrás a este diario. Aseguró que trabaja 18 horas por día.