EL PAíS › GARCIA BATALLAN NO SE ATREVIO A DESMENTIR A ZAMORA
Amnesia selectiva de Lautaro
García Batallán aseguró no recordar haber contado a Zamora una decisiva reunión en Olivos. Pero se negó a desmentirlo. Diálogos.
Por Raúl Kollmann
–El doctor García Batallán nos dijo categóricamente que en la mañana del 20 de diciembre hubo una reunión en Olivos, encabezada por el presidente De la Rúa, en la que se tomó la decisión de no permitir que se llenara la Plaza de Mayo. Dijo que necesitaban unas horas para negociar con el justicialismo y que si la Plaza se llenaba, De la Rúa debía renunciar de inmediato –afirmó ayer el diputado Luis Zamora en un careo precisamente con García Batallán, ordenado y realizado ayer mismo por la jueza María Romilda Servini de Cubría.
–Yo no recuerdo haberle hablado de ninguna reunión en Olivos –esgrimió el ex viceministro García Batallán–; creo más bien que le di mi impresión de los hechos.
–Pero usted incluso me dijo que el secretario de Seguridad, Enrique Mathov, no daba la cara, no hablaba con nadie, porque era el encargado de instrumentar la decisión tomada –insistió Zamora.
–No, no. No lo recuerdo –fue la conclusión de García Batallán.
En ese momento intervino el secretario del juzgado para preguntarle al ex funcionario:
–¿No lo recuerda o lo desmiente?
–No, no lo recuerdo. No quiero desmentir al diputado. Insisto en que fue mi apreciación de los hechos.
Este fue uno de los tramos del careo que se desarrolló ayer en los tribunales de Comodoro Py entre el actual diputado y el ex viceministro. Zamora y García Batallán se habían visto en la trágica tarde del 20 de diciembre en momentos en que la represión derivó en el asesinato de al menos cinco manifestantes. Aquel encuentro, donde también estuvieron presentes la diputada Marcela Bordenave y dos de sus asesores y el legislador José Antonio Roselli, fue un dramático intento de frenar lo que estaba ocurriendo en todo el centro de Buenos Aires. Para Servini de Cubría se trata de un eslabón importante de su pesquisa, ya que trata de esclarecer quién dio las órdenes ese día y cuáles fueron esas órdenes.
–Usted nos relató que, en la reunión de Olivos, el Presidente había pedido consejo. Hasta contó que dijo: “Necesito unas horas para negociar con el justicialismo”. Entonces, según usted, el entorno de De la Rúa tomó la decisión de que la Plaza no se llenara y que se hiciera con los mecanismos que fueran necesarios. Es más, recuerdo perfectamente que utilizó la palabra entorno –empezó Zamora.
–Mire, yo no estuve en Olivos, hacía días que no tenía contacto con el equipo del Presidente. Eso se puede comprobar. Tal vez lo que yo le transmití fueron reflexiones políticas –respondió García Batallán.
–Nosotros fuimos a hacerle una denuncia. Entramos con los ojos llorosos por los gases lacrimógenos y a la diputada Bordenave le habían pegado. No fue un encuentro de reflexión política. Además, el jefe del operativo en la Plaza de Mayo nos dijo que no sabía a quién responder, si a las órdenes de la jueza Servini de Cubría o al Poder Ejecutivo. Eso se lo contamos a usted.
–Sí, eso lo recuerdo. Yo no quiero desmentir al diputado, pero insisto en que no recuerdo haber hablado de ninguna reunión en Olivos. Creo que hay una confusión y lo que ocurrió es que yo le di mi impresión de los hechos, nada más.
–Recuerdo otro dato –insistió Zamora–; yo le pregunté si la estrategia de ustedes fue reprimir en la Plaza para que no venga la gente y usted me aceptó que eso fue así.
Al final del intercambio, el ex viceministro reiteró su posición: dijo que no desmentía, pero que no recordaba haber mencionado la cuestión de la reunión de Olivos y las órdenes de ese día.
Ahora, los resultados del careo serán evaluados por la jueza. Si el relato de Zamora le parece más creíble que el de García Batallán, y si esoencaja con otras pruebas que ya existen en el expediente, llamará a declarar como imputados no sólo a ese entorno del ex presidente sino también al propio De la Rúa.