EL PAíS
Una clase para “pensar la guerra y construir la paz”
El Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel dio una clase para 200 estudiantes de un colegio de Belgrano, al cumplirse el 21 aniversario del comienzo de la guerra de las islas Malvinas.
Cuando hace 21 años a Galtieri se le ocurrió la idea de comenzar una guerra en las islas Malvinas, ellos no habían nacido. Hoy miran en vivo y en directo las imágenes que la televisión muestra de las bombas de Estados Unidos cayendo sobre el pueblo de Irak. Tienen 16 años, van a la secundaria y ayer en sus aulas pudieron compartir con el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel una reflexión sobre la guerra y la paz.
Con motivo de un nuevo aniversario de la guerra de Malvinas ocurrida en 1982, la Secretaría de Educación porteña organizó un debate entre Pérez Esquivel y 200 estudiantes de cuarto y quinto año del Liceo Nº 9 de Belgrano. Pero este año, la conmemoración a los caídos en las islas no fue igual a la de años anteriores. La guerra que días atrás comenzó Estados Unidos obligó a repensar el acto. “De Malvinas a Irak. Pensar la guerra, construir la paz” fue finalmente el tema de la charla.
“El mundo está al frente de una guerra de consecuencias impredecibles. Todos sabemos cómo comienza, pero nadie sabe cómo termina. Lo que sí tenemos claro es que el dolor en todas las guerras lo ponen los pueblos”, comenzó a explicar el titular del Servicio Paz y Justicia (Serpaj) ante el silencio de los alumnos. Con voz calma pero segura, Pérez Esquivel intentaba, con palabras simples, que los chicos comprendieran qué tienen en común las dos guerras: una que sufrió su país pero que ellos no vivieron, y otra muy lejana en el mapa pero muy cerca en su televisor.
Entre los motivos que llevaron a iniciar ambos conflictos, Pérez Esquivel habló de la necesidad que tiene el poder de ampliarse. “El poder muchas veces recurre a la guerra para ocultar los problemas internos”, dijo y dio ejemplos: “Esto es lo que le está pasando a (George W.) Bush, que actualmente gobierna un país bajo una gran recesión. Los militares argentinos, ante la resistencia a la dictadura, también necesitaron generar un conflicto externo para consolidar el frente dentro del país”.
Desde sus bancos o sentados en el piso, los estudiantes escuchaban atentamente, esperando su turno para hablar. Mientras tanto, Pérez Esquivel seguía dándoles nuevas ideas: “La soberanía no son las tierras, como piensan los militares. Nosotros debemos entenderla como identidad, como pueblo”, o “ahora la guerra es por el petróleo pero las próximas serán por el agua y Argentina es la tercera reserva de agua potable del mundo”. Frente al panorama trágico que exponía el Premio Nobel, la primera pregunta se caía de madura y por eso, el propio Pérez Esquivel se adelantó a hacerla. “¿Es posible, entonces, la paz?. Bueno, yo creo que sí. Y una de las formas de alcanzarla es la resistencia social”.
Una seguidilla de preguntas variadas surgieron de boca de los alumnos. ¿Cómo es posible crear un cambio si a un mes de las elecciones todos los que se presentan son lo mismo?, ¿si existen entes internacionales que tienen el poder de juzgar a Bush, por qué no lo hacen?, ¿qué piensa de los que dicen que los militares son lo mejor para salir de la crisis?, ¿el sistema capitalista y neoliberal demostrará su crisis luego de la guerra?, ¿cómo creer que América Latina puede liberarse de Estados Unidos cuando en los ‘70 los que lo intentaron fueron derrotados?. Cada una de las respuestas merecía una charla aparte. Aunque el tiempo no era mucho, Pérez Esquivel intentó dejarle a cada uno una enseñanza.
Lo mismo hizo el secretario de Educación, Daniel Filmus, quien cerró el debate con una reflexión. “El 70 por ciento de las bombas que los soldados argentinos tiraron contra los ingleses en Malvinas no explotaron. Nuestro país las había comprado a Gran Bretaña y no funcionaban contra ellos. Tenemos que desarrollar nuestros propios pensamientos y seremos más libres. Para eso es importante la educación”.
Informe: Martina Noailles.