El fiscal Carlos Gonella y el abogado querellante Claudio Oroz coincidieron en solicitar la pena de prisión perpetua para los ex policías del Comando Radioeléctrico por el fusilamiento de tres militantes de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) en 1976. Oroz, en su exposición, consideró que a partir de todas las pruebas que se han adjuntado “afirmamos con certeza” que los militantes Ana Villanueva, Jorge Diez y Carlos Oliva “fueron secuestrados por los imputados” Pedro Nolasco Bustos, José Olivieri y Jorge Worona (foto). En ese sentido, solicitó la pena de “prisión perpetua en cárcel común”, por considerarlos “coautores de privación ilegítima de la libertad agravada y homicidio agravado por alevosía y por el número de colaboradores”. Oroz afirmó que los imputados “son los autores materiales del hecho, son los que dispararon en cumplimiento de las órdenes de la cabeza del área 311”, que en el ’76 estaba a cargo del represor Luciano Benjamín Menéndez, para la “aplicación de un plan sistemático criminal y clandestino de exterminio”. El letrado recordó que las víctimas “eran militantes de la Juventud Universitaria Peronista, a la que Menéndez había incluido como un blanco a ser aniquilado”, y añadió que a partir de las pruebas presentadas quedó “certeramente acreditado que Ana (Villanueva), era militante” de esa agrupación peronista. Por su parte, el fiscal Gonella destacó la prueba reunida en esta causa a la que calificó de “concluyente”, y añadió que el grado de certeza logrado “es paradigmático. Dudo de que se pueda igualar la calidad de la certeza obtenida en este caso, sobre la participación de los imputados en el fusilamiento de los jóvenes de la JUP”. Y enmarcó los hechos en el contexto de la represión ilegal “dentro de un plan sistemático de exterminio”.