El sector del radicalismo que encabeza Ricardo Alfonsín buscará ratificar la hazaña realizada hace dos años y retener la conducción de la UCR bonaerense. Para eso volverá a enfrentar al espacio de los históricos caciques radicales Leopoldo Moreau, Federico Storani y algunos de los intendentes que formaron parte del cobismo como Héctor “Cachi” Gutiérrez. A pesar del magro resultado en las elecciones del año pasado, los alfonsinistas aseguran que consolidaron su poder hacia adentro de la estructura partidaria y que conseguirán colocar sin demasiado esfuerzo a Daniel Salvador como el sucesor de Miguel Bazze, actual diputado nacional del alfonsinismo. Fuentes de este espacio aseguran que ya “cerraron” un acuerdo con el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, un hombre de peso a nivel provincial. De todas maneras, Moreau, Storani y Gutiérrez organizan una reunión para esta semana donde lanzarán un armado propio de cara a la elección, que será el 24 de junio.

En el marco de un desdibujado escenario radical, los boinas blancas van acomodando sus piezas para disputar el control partidario en el distrito más poblado del país. La mira está puesta en los comicios legislativos de 2013, en los que deberán renovar cuatro diputados nacionales propios correspondientes a 2009. Entre los que terminarán su mandato el año próximo se encuentra el propio Alfonsín y otros referentes de su espacio como Juan Pedro Tunessi y María Luisa Storani.

El acuerdo del año pasado con Francisco de Narváez, que produjo fuertes cuestionamientos internos y magros resultados electorales –menos de 16 por ciento de los votos– no parece ser un obstáculo para que el Movimiento de Renovación Nacional (Morena) mantenga la conducción. A diferencia de Bazze, el hombre que proponen para reemplazarlo no es un alfonsinista de la primera hora. Sin embargo, Daniel Salvador supo ganarse su confianza cuando presidió el comité en 2008-2010 y encabezó el acuerdo con la Coalición Cívica de Elisa Carrió y el GEN de Margarita Stolbizer.

Al concluir su mandato, cuando el vicepresidente Julio Cobos mantenía todavía sus aspiraciones presidenciales, el antialfonsinismo había logrado unificarse para enfrentar al hijo del ex presidente. Moreau, Storani y el grupo de intendentes integrado por Posse, Gutiérrez, Mario Meoni, de Junín, entre otros, fueron derrotados por la ola alfonsinista, que contaba entonces con el impulso del reciente fallecimiento de Raúl Alfonsín.

De aquel armado, ya sin liderazgos nacionales que aglutinen, se mantiene un acuerdo entre Moreau, Storani y Gutiérrez, que este martes realizarán un acto en el Hotel Castelar. “Venimos de un cachetazo electoral muy fuerte, esto hace que nos coloquemos en una situación de partido mínimo, pero pese a esto hay dirigentes que persisten en la intención de mantenerse en la conducción, como el propio Ricardo Alfonsín”, cuestionó Gutiérrez. Por este sector hay al menos dos nombres en vistas a la presidencia del comité: Cecilia Moreau, diputada provincial e hija de Leopoldo, y Diego Martínez, ex presidente de la Convención provincial.

El que no será de la partida es Mario Meoni, que supo ser mano derecha de Cobos. “Estamos armando algo sin Leopoldo y sin Fredi. Esta reunión va a terminar dándole más protagonismo al alfonsinismo porque se juntan para hacer antialfonsinismo y eso no sirve”, señalaron cerca del intendente de Junín.

En este contexto, Bazze sostuvo que “lo más conveniente para el partido sería evitar la interna, porque el radicalismo debe trabajar detrás del objetivo de instalarse como una alternativa para el conjunto de la sociedad”. Hasta el momento, cada uno busca hacerse fuerte en su trinchera.