EL PAíS › EL CONFLICTO EN CERRO DRAGON. LOS DIRIGENTES QUE ENCABEZARON LA VIOLENTA OCUPACION HABLARON CON PAGINA/12
Los Dragones, una escisión de la Uocra en Chubut, se hace cargo de la ocupación pero no de los destrozos, por los que acusa a “unos pibitos que los mandaron a romper todo”. Acusan a sectores políticos, y a la intransigencia empresaria por desconocer sus derechos.
› Por Sebastián Premici
Detrás de la toma del yacimiento Cerro Dragón, operado por la empresa Pan American Energy (PAE), existe un entramado político, gremial y empresarial que ya tiene más de siete años. Los Dragones, que son una escisión de la Uocra, y trabajan en construcciones relacionadas con los yacimientos, reconocen que “se nos fue la mano” con los actos de violencia realizados en las oficinas dentro del yacimiento, pero también denunciaron la presencia de “un grupo de infiltrados” la misma noche del sábado de la semana pasada, cuando el secretario de Seguridad, Sergio Berni, se reunía con ellos. En todo este entramado existen acusaciones cruzadas que involucran al ex gobernador de Chubut, Mario Das Neves, al actual mandatario, Martín Buzzi, a los Dragones, al secretario general de la Uocra, Gerardo Martínez, y la propia empresa PAE. Por las calles de Comodoro Rivadavia nadie habla del conflicto, quizás porque sus habitantes están acostumbrados a estas escaramuzas. La provisión de gas en la provincia está garantizada, PAE está produciendo al 54 por ciento de su capacidad y los camiones de combustible pueden transitar, a pesar de que todavía persiste el piquete en las rutas nacional 3 y 26.
Por primera vez desde que comenzó el conflicto, ayer habló el titular de la Uocra, Gerardo Martínez. “Les pido a mis compañeros del sur, que es un grupo minúsculo, que por favor reflexionen, no utilicen mal la acción sindical de esta manera”, indicó el gremialista. Sin embargo, el conflicto continúa. El gobernador Buzzi anunció que podría sancionar a PAE y, a su vez, quitarle la personería jurídica a la mutual de los Dragones. Los últimos hechos ocurridos en Comodoro Rivadavia nada tienen de casuales. Son parte de un extendido conflicto con varios actores involucrados.
Uno de los delegados que estuvo en la toma de 2005, que dio origen a los llamados Dragones, fue Luis Gortari, que trabaja para la contratista Contreras y era aliado de Raúl Murga, hoy número uno de los Dragones. En 2009, ambos habían conseguido la firma de un convenio que equiparaba sus condiciones laborales a los petroleros. Pero Gortari decidió que era mejor quedarse bajo el ala de Gerardo Martínez e hizo todo lo posible para desvirtuar aquel convenio (ver aparte). La disputa entre ambos atentaba contra la paz social de la provincia, en tiempos en que ésta era presidida por Mario Das Neves. La manera que encontró el mandatario de aplacar las aguas en su provincia fue acordar con los Dragones la realización de las obras públicas de la provincia. Para ello firmó un decreto (187/09) en el que instó a respetar la bolsa de trabajo local, que quedó en manos de los Dragones. Así fue como crecieron como organización.
Este grupo cuenta con 4000 “afiliados” aproximadamente, de los cuales 800 trabajan directamente en Cerro Dragón (PAE) y otros 1200 en el resto de los yacimientos. El resto se dedica a trabajar en las obras públicas de la provincia. A partir del acuerdo que habían llegado con Das Neves –con quien no tenían la mejor de la relaciones– se logró mantener cierta tranquilidad en la provincia. La devolución del favor fue hacer campaña junto a Das Neves y Buzzi.
“Buzzi nos había prometido apoyo para lograr la personería gremial, por eso hicimos campaña para él. También lo apoyamos cuando fue intendente. Pero una vez que llegó a la gobernación, nos sacó la obra pública y se la dio a los trabajadores que responden a la Uocra”, explicó Guido Dickson, el vocero de los Dragones.
El grupo de trabajadores en conflicto mantiene el piquete en la intersección de las Rutas 3 y 26. Al ser interpelados por Página/12 sobre su relación con Hugo Moyano, líder de la CGT, se mostraron de acuerdo con el reclamo por el Impuesto a las Ganancias, pero aclararon que apoyan a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y que nunca harían nada contra el gobierno nacional. Su reclamo pasa porque se los reconozca como gremio autónomo y que puedan acceder a las mismas condiciones laborales que sus colegas petroleros.
Las condiciones laborales en un yacimiento –ya sea para el que esté enrolado en la Uocra o en el sindicato de petróleo privado– son complejas. Las duras condiciones climáticas, las largas horas de viaje hasta el yacimiento y el alto costo de vida –constante en las provincias petroleras– son datos que no pueden pasar desapercibidos. Las empresas remuneran a sus trabajadores por el tiempo que pasan en viaje. Los “petroleros” reciben 28 pesos por hora de viaje (les reconocen cuatro horas por día), mientras que a los Dragones les pagan 18 pesos y les reconocen sólo tres horas. En un mes, esa diferencia salarial asciende a 2800. “Entre viáticos, horas extras y viandas, la diferencia puede ser de 8000 pesos”, explicó a este diario Héctor Miranda. Tal diferencia salarial en ningún caso justifica la violencia generada dentro del yacimiento, pero explica el origen de la protesta.
“No puede venir nadie de afuera a decirnos por qué pasó esto, somos nosotros los que lo tenemos que decir. Si nos tienen que impulsar alguna causa, nos meterán presos, pero no somos ni terroristas, ni de izquierda. Somos laburantes que venimos reclamando por una discriminación”, argumentó Dickson, antes de reconocer que durante la toma del yacimiento Cerro Dragón “se nos fue la mano”. Los destrozos fueron múltiples, escritorios dados vuelta, papeles rotos, vidrios por doquier, algunos servidores desconectados, y camionetas destruidas. La toma obligó a PAE a discontinuar la producción de crudo y gas. A través de un comunicado de prensa, la compañía informó ayer que ya se había reanudado el abastecimiento de gas hacia el gasoducto patagónico y que la producción de crudo (que es exportada en su mayoría) ronda el 54 por ciento de su capacidad habitual.
Los Dragones admitieron los destrozos pero también reconocen que el sábado de la semana pasada se dio una situación inusual, justo cuando estaba en la zona el secretario de Seguridad, Sergio Berni. “Nosotros tomamos la planta con personal de PAE. Pero el sábado a la noche entró un grupo de pibitos de quince años a romper todo en las bases (las empresas contratistas). Acá se pueden meter por todos lados. En un primer momento pensábamos que era la Gendarmería pero después nos dimos cuenta que eran estos pibitos que tuvimos que sacar no-sotros mismos”, narró el vocero de los Dragones. Esos fueron los supuestos infiltrados. Otro dato curioso es lo que cuenta Julio Vargas, durante una conversación con este diario en el piquete de las rutas 3 y 26. “Berni nos dijo que el que nos quería desaparecidos era la Uocra. Así nomás”. Gerardo Martínez se mantuvo al margen del conflicto, y recién ayer habló públicamente.
Estos “pibitos” marcados por los Dragones atacaron las sedes de varias contratistas, salvo una en particular, que es lo que llamó la atención de los trabajadores. La empresa Edvesa no fue tocada por los supuestos infiltrados. Esta es la única contratista que no tiene Dragones, cuyo delegado es conocido como “el conejo Silva”, aliado de Gortari, uno de los que mueven los hilos en la Uocra local. Algunos trabajadores –que no quieren dar su nombre porque saben que una interna gremial en el sur puede terminar en conflictos mayores– marcaron a Silva como “el infiltrador”. Silva tiene denuncias de amenaza a trabajadores del sector en Sarmiento, una localidad cercana a Comodoro Rivadavia.
Frente a este escenario que tuvo en vilo al país, todos hablan de cierta intensionalidad política. Berni mencionó a la Uocra y Das Neves, los Dragones también mencionan al gremio de Gerardo Martínez y al gobernador Martín Buzzi. A este último lo acusan de haberles soltado la mano. El intendente de Comodoro Rivadavia, Néstor Di Pierro, sostuvo que detrás de la toma hubo intenciones de dañar al gobernador, a la intendencia y en última instancia a la presidenta de la Nación. Lo mencionó también a Das Neves. En definitiva, es un complejo escenario donde todos se acusan entre sí. Los actores menos mencionados son las empresas contratistas (Skanska, Contreras, Tecpetrol, Electropatagonia y Edvesa, entre otras). Ellas tienen diálogo directo con PAE y podrían sentarse a negociar el tan mentado acuerdo salarial. El tema es que PAE se siente cómoda negociando con la Uocra, y desconocen cualquier entidad gremial de los Dragones.
“Acá en el sur es otra historia, es muy diferente. Lo único que tenemos para hacer es laburar y después estás en tu casa, no salís ni afuera por el frío que llega a hacer. Para nosotros ésta es una gran ciudad pero para el que viene de afuera es como un barrio pequeño. Y acá están los recursos más ricos de la Argentina, que son los hidrocarburos”, concluyó Dickson. Quizás esto último también sea relevante para entender el conflicto, es decir, una discusión más amplia sobre el manejo que hacen las empresas de los recursos naturales, un tema que ya tuvo su puntapié inicial con la sanción de la ley que declaró de interés público la producción, distribución y comercialización de los hidrocarburos y recuperó para el Estado el manejo de YPF.
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