Para entender la situación en torno a los Dragones hay que remontarse al año 2005. Ese fue el puntapié inicial para el surgimiento de la agrupación. Durante una toma que duró más de nueve días –iniciada el 27 de junio–, los trabajadores de la construcción en los yacimientos comenzaron a reclamar por una equiparación de condiciones laborales con los trabajadores enrolados en el sindicato de petróleo y gas privado. Por aquellos años todavía existía la concordia entre los nacientes Dragones y la conducción nacional de la Uocra. El delegado dentro del yacimiento era Luis Gortari, hoy representante de los trabajadores de la construcción en Chubut. Mientras los obreros mantenían la toma, aislados completamente por la nieve, sus mujeres habían organizado varias manifestaciones por las calles de Comodoro Rivadavia, a modo de apoyo. “Aquí están, estas son, las mujeres de Dragón”. Con aquel cántico de protesta como inspiración, nacieron los Dragones.

Por aquellos años, la relación con la Uocra era tranquila. En 2007, los trabajadores enrolados como petroleros, la Uocra y la empresa PAE dieron el puntapié inicial para la apertura del expediente 018-07, donde se hablaba de las condiciones laborales para cada uno de los actores, y se le reconocía a los trabajadores de la construcción en los yacimientos su autonomía para negociar salarios con los empresarios. De esta manera, las partes involucradas (sobre todo la empresa) habían reconocido que existían características diferenciales que hacían a la labor de los obreros de la construcción en los yacimientos. Así fue como en octubre de 2008, el Ministerio de Trabajo de la Nación homologó el Convenio 545, donde quedaron especificadas las condiciones particulares para el sector.

El clima de paz social era garantizado por la confluencia del expediente 018-07 que les garantizaba a los Dragones la autonomía para negociar y el Convenio 545. “Pero todo se empezó a pudrir cuando en marzo de 2009 la Uocra quiso quedarse con el manejo del Convenio, cuando ya habíamos arreglado que nos correspondía a nosotros. Además, ellos (por la conducción de Gerardo Martínez) querían quedarse con los aportes de la cuota sindical, en vez de que esos recursos sirvieran para financiar la salud de los trabajadores de la provincia. Ahí mandamos todo a la mierda”, disparó Guido Dickson, vocero de los Dragones, que habla en representación de Raúl Murga, secretario general de la agrupación. A partir de ahí comenzó la sangría entre los trabajadores de Uocra, los Dragones y los del sindicato de petroleros, un actor casi soslayado en este conflicto.