El fiscal Luis Comparatore acusó al juez federal Norberto Oyarbide de gozar de “lujos exorbitantes e imposibles de ser afrontados con el sueldo de un magistrado de esta instancia”. Lo hizo en un escrito que presentó ante el juez federal Sergio Torres, quien investiga a su colega a raíz de versiones periodísticas sobre la supuesta adquisición de un anillo de brillantes que costaría 250 mil dólares y sobre unas “suntuosas vacaciones” en el Caribe. De todos modos, en la misma presentación el fiscal pidió excusarse en la causa por “violencia moral” y por haber recibido “destrato” de parte de Oyarbide en el trámite de investigaciones judiciales que tienen en común.

El expediente contra Oyarbide se abrió con motivo de una denuncia por presunto enriquecimiento ilícito presentada por el dirigente bancario Juan José Zanola, quien estuvo detenido por orden del magistrado durante dos años en la causa sobre la comercialización irregular de medicamentos y el desvío de fondos para tratamientos de alta complejidad. Zanola tomó como base publicaciones periodísticas que señalaban la historia del anillo del juez y de sus vacaciones, donde la estadía podría haber costado unos 34.500 dólares. Acerca del anillo, las versiones periodísticas afirman que el propio Oyarbide habría revelado a sus allegados su presunto valor de 250 mil dólares y precisado que en parte de pago habría entregado todos los regalos que le hicieron en los últimos cinco años.

La causa le tocó al fiscal Comparatore, quien interviene en investigaciones que tramita Oyarbide. Según el planteo del fiscal, en un caso en el que se investiga la confección de pasaportes falsos Oyarbide lo acusó “en forma falaz y por demás artera de pretender dilatar el trámite”. Denunció que el magistrado le impidió realizar medidas de prueba “acudiendo a un artilugio cuasi prevaricante”, ya que “pretendió fabricarse una causal de elevación” a juicio del caso. “Huelga destacar –advirtió Comparatore– que semejante temperamento no solo avasalla la función que desempeñara el suscripto, quien ha recibido un destrato impropio de su calidad de magistrado, sino que la injuria se transmite además al Ministerio Público en su conjunto.” “Ante semejante cuadro –dijo el fiscal–, el análisis de la ilicitud de los lujos exorbitantes e imposibles de ser afrontados con el sueldo de un magistrado de esta instancia, que se le atribuyen a un funcionario que me ha ofendido en la medida consignada, se torna imposible en las condiciones en que lo exige el desempeño de mi ministerio.” Ahora el juez Torres tendrá que analizar la situación.