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Por F. C.
Desde Río Gallegos

El designado jefe de Gabinete, Alberto Fernández, tiene aún mandato como legislador porteño de cuando resultó electo por la alianza que armaron Domingo Cavallo y Gustavo Beliz en la ciudad. Con su renuncia, Fernández permitiría que entre quien sigue en la lista, la actriz Elena Cruz, quien irrumpió en la escena política como defensora de los jefes de la dictadura militar. “Ya quedó establecido que la Legislatura no le aceptará los pliegos. Así que me reemplazará el que sigue”, aclaraba ayer Fernández, uno de los pocos nuevos funcionarios que acompañó a Kirchner en Santa Cruz. Ex jefe de campaña, Fernández, saco azul, camisa rosa, contaba que se imaginaba que algún lugar en el gobierno le tocaría, pero que recién se enteró cuál sería cuando Kirchner se lo comunicó, ayer por la mañana. “Igual, hubiera aceptado cualquier otro que me hubiera encomendado”, aseguraba.
–La Jefatura de Gabinete parece un cargo elástico, que toma la forma que le da quien la ocupa. ¿Qué funciones tendrá con usted?
–No tenemos que pensar ni en la Jefatura de Gabinete, ni en cada ministerio. Hay que pensar en un grupo coherente de trabajo, que sea capaz de homogeneizar una política única, y mi tarea será coordinar esa labor conjunta. Llegó la hora de trabajar y lo haremos teniendo como denominador de la gestión el esfuerzo y la transparencia.
–Kirchner habló de lo homogéneo de su gabinete, pero hay funcionarios que parecen más importantes como Lavagna y algunos con un perfil alto como Beliz o Bielsa. ¿No parece un gabinete difícil de hacer homogéneo?
–Todos somos parte de este proyecto. El perfil político alto tiene que ver con la consideración pública y eso califica a los dirigentes. Estamos seguros de que estamos haciendo el equipo más homogéneo y que estamos dotando de la gente más apropiada al Estado para brindarle calidad institucional.
–¿Por qué se decidió eliminar el Ministerio de la Producción y crear otro de Planificación Federal y Servicios?
–Ahora existe Economía y Producción, el tema productivo va a seguir siendo importante. Nos parece que hay muchos temas vinculados a la infraestructura del Estado que hay que planificarlos y someterlos a una consideración especial. Todo el desarrollo de la obra pública, el desarrollo del transporte –que ha sido tan vapuleado como el caso de los trenes– requieren una atención específica y por eso estamos hablando de un esquema de planificación federal, ver de qué modo integramos el país.
–Hay cuatro ministros que continúan del gobierno de Duhalde, ¿eso habla de una continuidad de la actual política?
–Dos de esos ministros siguen en sus mismas carteras, otros dos ministros han demostrado capacidad en donde les tocó estar y se les están confiando nuevas funciones. No tenga ninguna duda de que en materia de economía y de salud existe una buena ponderación de nuestra parte a las gestiones de Lavagna y Ginés González García.
–¿No es desprolijo colocar a Sergio Acevedo en la SIDE, siendo candidato a gobernador y sólo por unos meses?
–Pensamos que en ese lapso conseguiremos una visión integral de lo que pasa en la SIDE, que debe ser un servicio de inteligencia que sirva a un Estado democrático y que se maneje con mucha transparencia. Acevedo no sólo es un hombre de confianza de Kirchner sino que ha demostrado en la función pública probidad y seguridad. La intención de Kirchner es colocarla en la órbita de la información para la democracia.
–¿Va a desempeñar el mismo rol de vocero que ocupa cada mañana el actual jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof?
–No creo que eso tenga que ver con mi perfil. Hasta acá estuvimos haciendo campaña y ahí uno habla mucho porque tiene que convencer gente. Pero en la función uno tiene que hablar menos y trabajar más.