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Hugo Moyano y Mauricio Macri volverán a cruzarse hoy en un encuentro organizado por la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre), que lidera Gerónimo “Momo” Venegas, y al que los dos fueron invitados. Ayer, al ser consultado sobre la posibilidad de coincidir en el evento, Moyano sostuvo que sería un gesto que le haría “bien al país”. “No tiene nada de malo. No tengo por qué esquivar una foto con Macri, que ha sido electo por los ciudadanos de Buenos Aires. Sería un absurdo que no quisiera sacarme una foto con él. Esto le hace bien al país y es una actitud que reclama la ciudadanía”, aseguró el camionero.

Luego cargó contra la Casa Rosada: “Esto es un poco lo que reclama el conjunto de la sociedad, una actitud de convivencia que tengamos todos y no una actitud de ataque a los que no compartimos lo que hace el Gobierno”.

La actividad se realizará en la Escuela Político Sindical Lorenzo Miguel de la Uatre, en la ciudad de Buenos Aires. Una foto de Moyano con Macri y Venegas no será el único mensaje del día, ya que el jefe de la CGT Azopardo tiene agendado para la tarde un encuentro con Pablo Micheli, de la CTA opositora. Moyano lo recibirá en su despacho como un gesto en retribución por la marcha a la Plaza de Mayo que este sector de la CTA realizó con los gremios de la CGT a principios de octubre, como parte de los movimientos que buscan armar un polo opositor para las elecciones del próximo año. Fuentes sindicales estimaron que, en el encuentro, Moyano y Micheli analizarán la posibilidad de ponerle fecha a la huelga que las dos centrales sindicales anunciaron tras aquella marcha a la Plaza de Mayo.

Por otra parte, el metalúrgico Antonio Caló, que disputa la representación sindical con el moyanismo al frente de la recién creada CGT Alsina, irá mañana a la Casa Rosada para entrevistarse con el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, tras lo cual Caló se reunirá con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. Los dirigentes de la CGT Alsina ya tuvieron una primera reunión oficial con la presidenta Cristina Kirchner, que funcionó como una suerte de presentación oficial en la que los jefes sindicales plantearon los puntos que les interesan para armar una agenda de trabajo, como el aumento del mínimo no imponible de Ganancias y la universalización de las asignaciones familiares.