EL PAíS
› KIRCHNER VIAJO A FORMOSA EN SU TERCER DIA
Para cumplir las promesas
En Formosa se vota el domingo. Habrá Constituyente, en la que Insfrán buscará su reelección. El Presidente, cumpliendo lo afirmado en la campaña, fue a dar su apoyo a su aliado.
Néstor Kirchner le había prometido a Gildo Insfrán que visitaría Formosa como presidente esta semana, en la que el gobernador se juega su futuro en un comicio para elegir los constituyentes que reformarán la Constitución provincial, de manera de permitir su reelección. Ayer cumplió y no fue solo: lo acompañaron el ministro del Interior, Aníbal Fernández, y el de Economía, Roberto Lavagna, un debutante en eso de hablar ante las multitudes enfervorizadas. Kirchner firmó un acta para la creación de un fondo de reparación histórica en Formosa y se comprometió a eliminar los devaluados bonos que circulan en la provincia.
Fue el segundo viaje de Kirchner al interior en apenas tres días, que es lo que lleva como presidente. En el Gobierno aseguraban que esa movilidad será la marca en el orillo de la gestión del santacruceño, que quiere mostrar una actividad sin pausa al frente de la Rosada. Sin embargo, las dos salidas fueron bien diferentes. El martes, en Entre Ríos, viajó para resolver un tema puntual que era el paro docente, que había impedido que comenzaran las clases. En cambio, ayer, fue una visita que podría catalogarse de campaña.
Insfrán fue uno de los gobernadores que apoyó la candidatura presidencial de Kirchner y consiguió que Formosa se convirtiera, junto a Jujuy, en la únicas provincias del norte en las que ganó el santacruceño. En la cima de su popularidad, Kirchner no podía menos que devolver el gesto y viajar para darle una mano a Insfrán en la búsqueda de su reelección: el domingo se elegirán los 30 convencionales constituyentes que reformarán la Carta Magna provincial para introducir –tal el deseo de Insfrán– la reelección indefinida. Así que el Presidente volvió a subirse al Lear Jet de siete plazas de la Fuerza Aérea con el que le gusta moverse, sentó a Lavagna y a Fernández, y partió.
“Vengo a cumplir mi palabra de argentino, patagónico y sureño con nuestros hermanos del norte”, sostuvo el Presidente al iniciar su discurso en el Polideportivo Policial de Formosa, ante unas cinco mil personas, muchas de las cuales lo habían acompañado en caravana desde el aeropuerto. Kirchner prometió trabajar “para que todos los días y en forma paulatina terminemos con las diferencias que perjudicaron a Formosa, y lo haremos con gran espíritu solidario, demostrando que es parte activa de esta Argentina y queremos que se integre con los mismos derechos y grados de igualdad que otras provincias”.
La idea del Presidente se canalizará a través de una comisión “Nación-provincia”, conformada por funcionarios de ambas administraciones, que realizarán estudios para determinar, por ejemplo, las demoras en la llegada de inversiones nacionales. “Es un territorio marginado”, explica el documento que ayer firmó Kirchner. “Le agradezco al señor gobernador, mi amigo Gildo, la confianza del pueblo formoseño y siempre me voy a acordar de los actos que hicimos aquí”, sostuvo el Presidente. Y recordó que el 22 de abril, días de las elecciones, “cuando escuché los resultados de Formosa en el sur de la patria me emocioné tremendamente”.
El primer orador del acto fue Lavagna, un hombre más acostumbrado a hablar en recoletos salones empresariales que a las tribunas políticas. Pero el ministro no desentonó y se ganó la ovación cuando anunció que pronto dejarán de existir los bonos provinciales, papeles que en Formosa cada vez valen menos. Lavagna explicó que mañana, el lunes y el martes de la semana que viene se llamará a licitación para todos los bonos, con lo que, en unos cinco días, las provincias que emitieron cuasi moneda volverán al peso. Luego de almorzar con Insfrán y su gabinete, el Presidente y sus ministros volvieron enseguida a la Capital.
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