Luego de tres meses de parálisis educativa, las escuelas de Entre Ríos abrieron ayer sus puertas y los alumnos pudieron tener clase. La noticia entusiasmó a la comunidad entrerriana, aunque la actividad en las aulas se concretó en forma parcial: los docentes tuvieron que programar los exámenes recuperatorios, que en condiciones normales se realizan en febrero o en los primeros días de marzo. La decisión de ayer se produjo como consecuencia del acuerdo firmado entre los gobiernos nacional y provincial, más el gremio docente de Entre Ríos. El convenio se pudo lograr a partir de la promesa oficial de que en diez días hábiles serán transferidos a la provincia los 84 millones de pesos necesarios para la cancelación de las deudas con los maestros. La suma provendría de nuevos créditos del Banco Mundial. “Nosotros no le firmamos un cheque en blanco a nadie, no levantamos el paro, lo suspendimos por diez días hábiles”, dijo ayer Susana Acevedo, de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos, Agmer.