El gobierno nacional y el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, volvieron a mostrarse los dientes con un duro intercambio de indirectas. Por segundo día consecutivo, funcionarios del gabinete de Cristina Fernández de Kirchner le dedicaron duros calificativos al mandatario provincial, quien abandonó su proverbial silencio y se animó a dar algunas, tibias, respuestas.

En un acto con intendentes bonaerenses en la Casa Rosada, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, volvió a hablar de Scioli sin mencionarlo, como 24 horas antes. “Parece ser que el diálogo sería buscar a ver quién es el que más le pega al Gobierno y entonces me saco una foto. Eso no es diálogo”, arremetió el funcionario, quien reclamó “ser consecuente con el modelo y no con una imagen de diálogo que en realidad es una figurita, una foto, porque la vida no es una foto, la vida es algo más que una película”.

El jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, en tanto, prefirió poner el énfasis en el rol de los gremios docentes, en sintonía con el mensaje difundido ayer por casi 90 intendentes, aunque sin evitar la crítica a la administración bonaerense. “Más allá de los problemas de gestión, lo que tienen que tener los alumnos es clases”, dijo. Para Abal Medina, la medida docente “puede ser entendible, pero realmente la magnitud no es algo acorde con la Argentina que vivimos ahora”.

La respuesta de Scioli, aunque elíptica, escapó de su habitual estilo: “El diálogo es la esencia de la convivencia democrática”, sentenció el ex motonauta, antes de destacar su “predisposición de colaborar, de unir, no de dividir, de dialogar, no de fomentar más peleas” y su voluntad para trabajar para integrar “Nación, provincia y municipios”. A tono con el clima papal de la época, dejó caer un reproche: “Cuando hay del otro lado una actitud diferente, como buen cristiano, pongo la otra mejilla”.