EL PAíS › PRESIONAN A LOS BANCOS PARA QUE BAJEN LAS COMISIONES A LOS SUPERMERCADOS
Con la tarjeta de crédito propia de los supermercados dando los últimos pasos para su puesta en marcha, el Gobierno apura a los bancos para que acepten bajar del tres al uno por ciento las comisiones por compras con los plásticos que emiten.
› Por Javier Lewkowicz
Con la Súper Card en fase de implementación, el Gobierno continúa negociando con los bancos y las tarjetas de crédito para que acepten reducir hasta el uno por ciento las comisiones que cobran a los supermercados, con la amenaza, ahora más palpable, de dejarlos fuera de un importante negocio. El objetivo de fondo es extender el acuerdo de congelamiento de precios, cuya nueva fecha de vencimiento ya es oficialmente el 31 de mayo. La subsecretaria de Defensa del Consumidor, María Lucila “Pimpi” Colombo, destacó ayer que el acuerdo con los supermercados “es una herramienta que no podrá ser eterna, pero está resultando muy interesante ahora y ha dado resultado excelente”. “Los detractores han apostado al día 61. No hay día 61, como no va a haber día 121”, aseguró.
Según la información que dio a conocer la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) junto con el Gobierno, la Súper Card tendrá un límite de compra de 3 mil pesos y ofrecerá la posibilidad de financiar consumo hasta mil pesos, con una tasa del 22 por ciento anual, muy por debajo del costo que para financiar los saldos cobran las tarjetas tradicionales. Esa importante diferencia es hasta ahora el incentivo que tienen los consumidores para utilizar la Súper Card, que por el momento convivirá con American Express, Visa, Mastercard y las otras tarjetas.
Sin embargo, la amenaza es que la nueva tarjeta termine reemplazando a los bancos, si es que éstos no aceptan reducir las comisiones que cobran a los comercios de 3 a 1 por ciento y a cero en las tarjetas de débito, que actualmente tienen tasas de hasta el 1,5 por ciento. Fuentes del sector bancario sostienen que están dispuestos a reducir la tasa hasta un rango de 1 a 1,3 por ciento. “Si no bajan las comisiones, se pierden también de financiar el saldo, que es muy relevante para su esquema de negocios”, analizaron desde el equipo económico. De todos modos, el anuncio sobre la Súper Card muestra que al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, la propuesta todavía no le cierra.
Según la última publicación del Indec, con datos de febrero, la facturación bimestral de los supermercados está en el orden de los 18 mil millones de pesos. Alrededor de un 40 por ciento, 7200 millones, se realiza de manera financiada. La baja de 3 a 1 por ciento que el Gobierno busca lograr en las comisiones supone en un año cerca de 700 millones de pesos. El dinero que se ahorran en comisiones los supermercados supone en dos meses casi el 7 por ciento de las ventas en alimentos y bebidas, rubro muy sensible para el costo de vida. Es una proporción que está muy por encima de la inflación bimestral. Es decir que las empresas, de conseguir la baja del costo financiero, estarían en condiciones incluso de extender el acuerdo más allá de junio, al menos en productos de la alimentación.
Colombo explicó ayer que la reducción del costo financiero “permitirá a los supermercados absorber eventuales aumentos que podría llegar a autorizar la Secretaría de Comercio a partir de la segunda quincena de abril a los proveedores, pero que no se traducirán en precios aumentados a los consumidores”. Según la información que maneja el sector privado, algunos aumentos para la industria ya están aprobados para abril y mayo.
La Súper Card estaría en vigencia el 1º de abril en los locales de Carrefour, Walmart, Coto, Jumbo, Disco, Vea, La Anónima, Libertad, Día y la Cooperativa Obrera de Bahía Blanca. De todos modos, son varias todavía las cuestiones pendientes de resolver. En primer lugar resta definir el esquema de fondeo. Moreno propuso hacer un fideicomiso con el dinero de los supermercados y de confederaciones empresarias.
En lugar de presionar a los bancos a través de la Súper Card para que bajen sus comisiones, el titular de Consumidores Libres, Héctor Polino, propuso modificar el artículo de la ley 26.010, de tarjetas de crédito, que regula el costo financiero que se les cobra a los comercios. En 2005, esa norma redujo las comisiones de 3 a 5 por ciento, que habían sido fijadas en la ley 25.065, de 1999. Polino recomendó que los consumidores “se queden con las tarjetas que ya tienen, porque no se sabe bien cómo va a funcionar la nueva tarjeta”. Por su parte, el líder de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, dijo que “la Súper Card es poco creíble”.
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