Continúa el fuego cruzado entre el kirchnerismo y Daniel Scioli: el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, bajó el tono de las declaraciones referidas al gobernador de la provincia de Buenos Aires, aunque el mensaje que emana de la Casa Rosada sigue siendo severo. Por tercer día consecutivo no fue el único funcionario del gabinete que se anotó con críticas al ex motonauta. En este caso, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, sin nombrarlo, cuestionó los resultados del bonaerense en esa área y descartó formar parte de un complot para sucederlo (Berni es el tercero en la sucesión por su banca en el senado provincial). Desde La Juan Domingo, plataforma de Scioli para su proyecto personal, denunciaron una maniobra del gobierno nacional para intentar “disciplinar” al gobernador.

Randazzo, uno de los voceros habituales de la Casa Rosada en su relación con La Plata, volvió sobre el tema para poner paños fríos, aunque sin disimular las críticas a la gestión que está encabezando Scioli. El ministro aclaró ante la prensa que “nunca faltó el respeto al gobernador” cuando pidió que solucione el conflicto que mantiene con los gremios docentes de la provincia.

“Hay que ser muy respetuoso porque fue elegido por el pueblo”, indicó, antes de atribuir a algunos sectores cercanos a Scioli la “intencionalidad” de “hacer ver un enfrentamiento” y de señalar al gobierno nacional por “entorpecer la tarea de Scioli para eludir responsabilidades”. Como ejemplo, dijo el ministro, “en materia educativa es responsabilidad de las provincias, como tiene problemas Buenos Aires los tiene Neuquén y no hablan de un enfrentamiento con Jorge Sapag”.

Por su parte, el secretario de Seguridad Berni calificó como “una pavada” las versiones publicadas la semana pasada por un matutino que señalaban que él, como vicepresidente del Senado bonaerense, podría quedar al frente de la provincia luego de una maniobra que tendría como consecuencia las renuncias de Scioli y su número dos, Gabriel Mariotto. “No son más que especulaciones”, descartó. Además señaló que “cada provincia tiene su realidad” y no todos los problemas de seguridad “dependen únicamente del ministerio”, sino que hay “otros actores que tienen grandes responsabilidades”.

A diferencia de lo que sucedió los dos días anteriores, ayer Scioli no habló sobre las críticas que le llegan desde el gobierno nacional. Pero un senador bonaerense y dirigente de La Juan Domingo, principal caballo de batalla de la campaña presidencial del gobernador, salió a marcar la cancha, denunciando un “intento de disciplinar” al mandatario. “Quieren a un delegado, no a un gobernador”, arremetió el legislador Osvaldo Goicoechea, que además atribuyó a la Casa Rosada todos los problemas financieros del distrito.

“La discreción con que se manejan los fondos coparticipables y la creciente inflación impiden que el Estado provincial pueda hacer frente a los graves problemas estructurales que tiene” la provincia, denunció Goicoechea, para quien el kirchnerismo busca “disciplinar a Scioli a costa de hacer sufrir al pueblo bonaerense”. Por último, recordó que “lo votó el 56 por ciento y es el gobernador electo con el mayor respaldo desde la recuperación democrática”.

Por último, la diputada por el Frente para el Victoria Diana Conti acometió también contra el mandatario provincial. “Lo que queremos es un mayor compromiso de él con el proyecto político que es colectivo. Las cosas se discuten hacia adentro y no por los medios, ni siquiera las candidaturas”, sostuvo la titular de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara baja. “No tiene margen para enfrentarse con el proyecto –estimó Conti–. Debe acatar las órdenes de quien conduce el proyecto, que es Cristina Kirchner.”