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Por Pablo Feldman

–¿Cómo imagina la campaña teniendo en cuenta el corte transversal que se está dando en la política? Tal vez el ejemplo más claro sea Néstor Kirchner apoyando a Aníbal Ibarra.
–Nosotros estamos trabajando básicamente, pensando que con el gobierno de Kirchner, se abre una nueva esperanza para los argentinos y tenemos que trabajar en consonancia con esa propuesta desde el interior, desde las economías regionales, desde donde está la gente, desde donde se debe producir la transformación económica y social que necesita el país para salir adelante. Es por eso que estamos entusiasmados con todas estas posibilidades que vemos para llevar adelante una política social y de integración que sea la contracara del proceso menemista.
–¿El proceso menemista incluye el gobierno de Carlos Reutemann?
–El proceso menemista incluye todas la practicas económicas, sociales y políticas que ha sufrido nuestra provincia que llevaron a la marginalidad social. Los datos del Indec son muy claros en cuanto a la generación de pobreza en la provincia. Santa Fe es la provincia en la que más se ha profundizado la desigualdad social, mucho más allá de la media nacional. Nosotros creemos que hay que revertir esa situación con políticas activas que permitan recuperar nuestras empresas y políticas sociales de inclusión con salud, con educación, con vivienda, con trabajo. Digamos que lo que está planteando el presidente Kirchner a nivel nacional tenga un reflejo claro en Santa Fe, cosa que ahora no sucede.
–¿Por qué cree que el peronismo después de 20 años invicto puede perder?
–Bueno, el primero que lo dijo fue Obeid... pero fuera de eso lo que yo le digo es que nosotros trabajamos para que las cosas cambien, porque año a año la situación en la provincia ha ido empeorando, basta ver los caminos secundarios, terciarios, el drama de las inundaciones no sólo en la ciudad de Santa Fe sino en otros diez departamentos del norte, centro y sur de la provincia, hablan de una falta absoluta de políticas activas que permitan reconstruir Santa Fe. Nosotros creemos que ese camino se inicia no a través de un partido político sino a través de la suma de ideas y voluntades que quieran realmente salir de la postración de 10 años de retroceso.
–¿Usted dijo que “Santa Fe no tiene gobierno desde hace mucho tiempo” sin embargo, todo indica que si Reutemann quería, hoy sería presidente.
–Lo primero que le quiero decir es que no “es” el que quiere sino el que puede. Y Reutemann más que no querer, me parece que no pudo... o como sea. El Presidente es Kirchner y ha demostrado en un mes que puede, y esperemos que siga así por el bien de todos los argentinos.
–¿No me contestó lo de la falta de gobierno en Santa Fe?
–Una provincia rica como Santa Fe no debería tener el 60 por ciento por debajo de la línea de pobreza, debería tener políticas activas, bancos de fomento. Gobernar no es cobrar impuestos y pagar los sueldos en término, gobernar es salud, educación, seguridad... pregúnteles a los santafesinos qué opinan de eso y si no quieren cambiar la historia.
–¿Cuál es el límite de la “suma de voluntades” después del fracaso de la Alianza? Porque usted lidera otra alianza.
–No es un problema de nomenclaturas sino de construcción. La Alianza fue un acuerdo de dirigentes partidarios y nosotros lo que proponemos es una construcción con las fuerzas sociales, económicas y políticas, pero a partir de la base, de abajo, de las distintas expresiones de la sociedad.
–¿Va a participar Elisa Carrió? ¿Se superó el divorcio de abril?
–Creo que el Encuentro Progresista es un buen lugar para empezar a construir el cambio de la realidad. Y evidentemente Carrió es una figura fundamental en la transformación que estamos construyendo para Santa Fe.
–A usted le cuestionaron que haya elegido como vice nada menos que al ex ministro de la Producción del gobierno de Reutemann.
–Insisto, lo que estamos construyendo es una coalición con gente honesta, conocedora de la provincia y con vocación de cambio. Lo que nosotros buscamos en Paulón no es un ex ministro, sino un experto en el sistema cooperativo y en el desarrollo de pequeñas y medianas empresas. Ese es la razón y no otra. Además no todos son iguales, la experiencia y la trayectoria en los cargos públicos es invalorable, yo mismo fui director del Hospital del Centenario cuando José María Vernet gobernaba Santa Fe, y no creo que eso haya menoscabado mi gestión...
–¿La presencia de Jorge Obeid como candidato le complica la estrategia? Sobre todo porque hasta ahora usted hablaba de derrotar al menemismo en Santa Fe y eso apuntaba a Reutemann.
–Nosotros conocemos plenamente la economía y la sociedad de nuestra provincia y por lo tanto creemos que estamos en condiciones de hacer lo que algunos ya demostraron que no supieron o no quisieron hacerlo. Hay viejas experiencias que ya las conocemos y nosotros queremos aportar hacia lo nuevo. Es el momento de cambiar. Una provincia que exporta alimentos a todo el mundo no puede tener casi el 60 por ciento de su población viviendo por debajo de la línea de la pobreza.
–¿Le hubiera resultado más sencilla la campaña si el que estuviera en la Casa Rosada fuera Menem?
–Noooooo... ni lo nombre... de ninguna manera. Hemos dado un paso gigantesco hacia delante. Que gane un Menem o cualquiera de sus sucursales sería volver al pasado y olvidarnos que nos hemos quedado sin petróleo, sin ELMA, sin Aerolíneas, sin ferrocarriles, que hemos entregado el sistema financiero, que se ha prostituido la Justicia, que se produjo en esa década el atentado a la AMIA y a la Embajada de Israel. Que la esperanza que tenemos no nos haga olvidar de todas esas cosas, del presidente que pedía la pena de muerte, las relaciones carnales. En definitiva, algo que va más allá de cualquier estrategia electoral, estamos hablando de una cultura a la cual no queremos regresar.
–Hay quien piensa que para Santa Fe lo mejor sería un gobernador del mismo partido que el Presidente.
–Mire, yo creo que lo mejor es que haya un gobernador que esté en sintonía con la propuesta nacional para construir una Argentina mejor.