Con la participación de la Argentina, hoy se firmará en la ONU el primer Tratado Internacional sobre Comercio de Armas. La presentación del acuerdo para regular las exportaciones e importaciones de armas convencionales se realizará en Nueva York. El canciller Héctor Timerman tomará parte en las actividades relacionadas con la firma en representación del gobierno nacional, y dará su discurso junto al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

La norma obligará a los gobiernos de las naciones firmantes a evaluar los riesgos antes de transferir armas, municiones o componentes a países donde puedan ser utilizados en hechos que violen los derechos humanos o el Derecho internacional humanitario.

Entre las armas incluidas están las pequeñas y las ligeras, que son las que generan víctimas civiles en las regiones con conflictos de baja intensidad. Las otras categorías son tanques de guerra, vehículos de combate, sistemas artilleros de gran calibre, aviones de combate, misiles y plataformas de lanzamiento.

El criterio adoptado en las Naciones Unidas sobre el tema es que la falta de regulaciones en la exportación de armas convencionales ha permitido que éstas sean derivadas al tráfico ilegal, lo que provoca “un aumento de la inseguridad ciudadana, de la violencia de las organizaciones criminales internacionales y la concreción de actos terroristas”, reseñó la Cancillería.

La preparación del tratado llevó casi ocho años. La Argentina formó parte desde su inicio de un grupo de siete países que impulsaron la iniciativa, en base a la idea de un grupo de premios Nobel, entre ellos el ex presidente de Costa Rica, Oscar Arias.

En este marco, la Misión Argentina ante las Naciones Unidas, a través de la embajadora Marita Perceval, ocupó este año una de las vicepresidencias en representación de América latina y el Caribe. El tratado también ha sido impulsado por las organizaciones no gubernamentales que trabajan sobre el tráfico ilícito de armas, derechos humanos y Derecho internacional humanitario.

La Asamblea General de la ONU aprobó el tratado el pasado 2 de abril, con 153 votos a favor, 3 en contra y 23 abstenciones. Los países que se opusieron fueron Siria, Irán y Corea del Norte. Entre las 23 abstenciones estuvieron las cinco naciones que integran el ALBA, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela, que consideraron que el tratado “privilegia” a los países exportadores y “no es equilibrado”.

El Tratado (ATT por sus siglas en inglés) establece criterios específicos para que los Estados evalúen cualquier operación de importación o exportación de armas convencionales.

El objetivo es prevenir que las armas involucradas en esas operaciones deriven en el mercado ilícito, ya sea dentro del país comprador o mediante su tráfico ilegal hacia terceros países.

Mediante este tratado, los países se comprometen a hacerse responsables por las ventas de armas y subordinar estas operaciones al Derecho internacional, estableciendo sistemas nacionales de control de exportaciones, cuando no los tuvieran.

A partir de hoy quedará abierto a la firma y ratificación por parte de los Estados nacionales, y entrará en vigor cuando sea ratificado por 50 países.