“Esperen que ahí viene Julio”, advirtió alguien en el tercer piso del Comité Nacional de la UCR. Inmediatamente, el candidato a diputado nacional por Mendoza, Julio Cobos, se abrió paso entre la dirigencia y se escucharon varios aplausos, una situación impensada en la casa radical años atrás. Lo que sucedió es que el ex vicepresidente obtuvo el 44 por ciento de los votos en las PASO, liderando uno de los siete distritos ganadores del radicalismo en todo el país y completando así la foto que el radicalismo armó ayer en el histórico edificio de la calle Alsina junto a la mayoría de sus candidatos. En primera fila estaban Angel Rozas (Chaco), Julio Martínez (La Rioja), Mario Fiad (Jujuy), José Cano (Tucumán), Ricardo Alfonsín (Buenos Aires), Cobos y el presidente del partido, Mario Barle-tta (Santa Fe), entre otros candidatos con una buena cosecha de votos. “El radicalismo, juntamente con los aliados con los que hemos conformado frentes, es la primera opción y el único proyecto político alternativo”, señaló Barletta, computando en la suma los votos de todos los distritos donde la UCR participó, aunque sea como socio minoritario de un frente electoral.

En un Comité Nacional abarrotado de dirigentes de todas las líneas internas, el radicalismo intentó dar ayer una muestra del poder territorial que conserva a pesar de la falta de liderazgos nacionales. Hubo algunas ausencias, como la del santacruceño Eduardo Costa, ganador en Santa Cruz; el catamarqueño Eduardo Brizuela del Moral, ganador en Catamarca, y el cordobés Oscar Aguad, que salió segundo pero sumó un buen caudal de votos. Además de los candidatos, poblaron el encuentro dirigentes como los senadores Gerardo Morales, Laura Montero y Luis Naidenoff, los diputados Ricardo Gil Lavedra, Juan Pedro Tunessi y Atilio Benedetti, que peleará en octubre por sumar los dos puntos y medio que lo separaron del candidato a senador entrerriano, el ruralista macrista Alfredo De Angeli.

Según los números que expuso Barletta, la UCR más aliados superó los cinco millones de votos, acercándose hipotéticamente a los casi seis millones que logró el FpV. Pero para llegar a esa cuenta sumó, por ejemplo, los 670 mil votos de la lista Unen, en Capital Federal, que está encabezada por Elisa Carrió y Fernando “Pino” Solanas, o los 730 mil que sacó el Frente Progresista de Santa Fe, que es liderado por el socialista Hermes Binner. “El triunfo logrado en siete provincias muestra a un radicalismo que está vivo, de pie y camina”, aseguró Barletta, contando a la ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Catamarca, La Rioja, Santa Cruz, Corrientes y Mendoza. Página/12 consultó si ya que computaban los votos de todos los acuerdos distritales se avanzaría en un interbloque parlamentario con esas fuerzas o si se iban a buscar alianzas nacionales con esos partidos políticos. Sin una definición concreta, Barletta sostuvo que el partido “va a promover acuerdos con otras fuerzas para ser una alternativa política en el 2015” y ratificó el compromiso de la UCR de “garantizar un Congreso equilibrado” y “trabajar en forma conjunta con sus aliados”. “Estamos convencidos de que (en octubre) no sólo vamos a ratificar, sino que vamos a mejorar en muchas provincias”, aseguró Barletta durante la conferencia de prensa, donde remarcó el “descontento con el gobierno nacional”, que puede beneficiar a distintos sectores de la oposición.

En un clima de satisfacción por su propia performance y también por la derrota del Frente para la Victoria en varios distritos, fundamentalmente en la provincia de Buenos Aires, los radicales también aprovecharon la jornada para empezar a reacomodar el tablero interno. En diciembre tendrán que renovar la presidencia del partido y los bloques legislativos, lugares codiciados por los recursos económicos y la visibilidad de los candidatos que buscan proyectarse de cara al 2015. Como es habitual, hay demasiados nombres en danza para pocos lugares: Alfonsín, Morales, Sanz, Cobos, Aguad, Cano, Rozas y Barletta son algunos de los nombres principales para distribuirse en tres puestos.