Los docentes de las escuelas públicas del sur de Chubut están en conflicto desde hace diez semanas, con las clases paralizadas y cortes de ruta. Los maestros reclaman un aumento salarial, mejoras edilicias y la normalización de la obra social, casi en quiebra. Según explicó Carlos Magno, secretario de la regional sur de la Asociación de Trabajadores de la Educación de Chubut (ATECh), piden 500 pesos no remunerativos y la devolución de “algunos descuentos”, en relación con los montos que el Estado provincial, a cargo de Martín Buzzi, decidió restar de sus sueldos por los días no trabajados. Cambio de ministro de Educación de por medio, la oferta estatal llegó el jueves pasado desde la cartera de Hidrocarburos. Hoy, en asambleas por escuela, los maestros decidirán si la aceptan o no.

Los cortes parciales de ruta que vienen manteniendo los docentes se realizan a la altura del ingreso de las plantas petroleras. “Queremos demostrar de dónde el Estado debe sacar la plata que dice que le falta para pagarnos lo que nos corresponde”, apuntó Magno.

“El conflicto no empezó el 22 de agosto sino a principios de año porque, para nosotros, la negociación con el Estado nunca fue satisfactoria.” El “nosotros” del dirigente gremial indica una distinción fundamental a la hora de comprender la situación de crisis de la educación en la zona sur y suroeste de Chubut desde hace setenta días, cuando los docentes decidieron dejar de dar clases: una grieta sindical entre la dirigencia provincial de ATECh, que “cerró la negociación anual muy por debajo de lo pretendido por los docentes de acuerdo con el alto costo de vida que existe en Chubut” y la regional austral del sindicato. “Pedimos que se reabra la paritaria, que se supere el aumento acordado entonces, que se mejore la situación de infraestructura de las escuelas y que se atienda la grave situación de la obra social Seros, completamente deteriorada en coberturas y prestaciones”, detalló el secretario de la delegación sur.

El 22 de agosto comenzaron en el 55 por ciento de las escuelas públicas de Comodoro Rivadavia y Rada Tilly una serie de “asambleas permanentes” en los lugares de trabajo. “No fueron paros convencionales porque no dejamos de ir a la escuela”, justificó el docente. Las clases, no obstante, permanecen suspendidas desde entonces. “Le pedimos a la comunidad que no enviara a los chicos a las escuelas y los convocamos a actividades de información del estado de la educación en la provincia –retomó–. Siempre hemos planteado que el garante del derecho a la educación debe ser el Estado, y debe de responsabilizarse al gobierno de turno por no haber respondido oportunamente los reclamos. Durante todo el año no dejamos de reclamar y tras la negativa constante del gobierno nos vimos obligados a afectar las clases.”

En la última semana de octubre, los maestros comenzaron con cortes parciales de ruta en los accesos a yacimientos petroleros de la zona. “Del yacimiento Cerro Dragón, que explota Pan American Energy, salen 15 mil metros cúbicos por día de crudo. Hay empresas extranjeras que trabajan en el petróleo y que ni siquiera pagan el impuesto al cheque. Nos dice una y otra vez que no tienen plata, nosotros les decimos que tienen que gravar a las empresas extranjeras”, sostuvo Magno. Los trabajadores petroleros apoyaron sus reclamos.

El día 68º del reclamo docente, el quinto del corte parcial de ruta, llegó una propuesta de la provincia. Para entonces, ya habían pasado las elecciones, y Buzzi había aceptado, entre otras renuncias en su gabinete, la salida del ministro de Educación, Luis Zaffaroni: en su lugar asumió Guillermo Firmenich –y hoy se completará la renovación del gabinete provincial con las demás asunciones–. A través del Ministerio de Hidrocarburos, el Ejecutivo provincial abrió una mesa de negociación en la que ofreció 500 pesos no remunerativos y la devolución de algunos días descontados por las medidas de fuerza. Esta mañana, con mandato por escuela al cuerpo de delegados, la regional definirá su postura y si acepta la oferta del gobierno local.