El gobernador Scioli compartió la mesa de apertura.

La Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Iglesia Católica inauguró ayer en Mar del Plata la Semana Social. “Esperamos de la Pastoral que el clima de diálogo se fortalezca en la Argentina”, sostuvo en la apertura el obispo emérito de San Isidro, Jorge Casaretto, quien destacó que “juntar a sectores sociales, políticos, sindicales y empresariales es fundamental para poder hacer esto posible y debe ser un motivo de alegría”. El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, abrió el encuentro con un llamado a toda la dirigencia presente a “ponerse la patria al hombro”, parafraseando al papa Francisco, en momentos en que Argentina enfrenta un conflicto con los fondos buitre. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, que había confirmado su asistencia, se excusó de no poder estar presente debido a las negociaciones con los holdouts. “Una situación totalmente comprensible”, lo justificó el titular de la Pastoral y obispo de Gualeguaychú, monseñor Jorge Lozano. Francisco envió un mensaje.

“Esperamos de la Pastoral que el clima de diálogo se fortalezca en la Argentina. En 2008 los obispos ya dijimos que había que fortalecer el diálogo para lograr mayores consensos que se transformen en políticas de Estado. Hay que dialogar más para conseguir verdaderos cambios y para poder encontrar un proyecto de país con cuatro o cinco políticas importantes”, dijo Casaretto. “En realidad el encuentro es un paso más en la búsqueda de un cambio, pero los protagonistas son los que realmente pueden generar ese giro. Los que participan de esta Semana Social son los que tienen que trabajar para alcanzarlos”, agregó luego el obispo emérito.

En las primeras filas del auditorio lo escuchaban el titular de la CGT oficial, Antonio Caló; el de la CGT Azopardo, Hugo Moyano –ambos se saludaron tras los discursos–; el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota; la vicejefa de gobierno porteño, María Eugenia Vidal; el secretario de Uatre, Gerónimo Venegas, y el titular de la CTA opositora, Pablo Miceli, entre demás dirigentes gremiales y políticos a los que se sumarán otros como Sergio Massa y Julián Domínguez durante el fin de semana.

Scioli fue el primer orador entre los invitados. En su discurso, el gobernador destacó “la revolución moral que encarna Francisco y una renovada globalización de la fe y la solidaridad” y admitió que tiene en su gestión provincial “como guía de trabajo, las preocupaciones” que expresa el papa argentino; entre ellas “el amenazante capitalismo salvaje y sus devastadores efectos sociales como la especulación financiera”.

En el inicio del encuentro se leyó un mensaje enviado desde el Vaticano por el Papa –a través de su secretario de Estado, Pietro Parolin–, en el que exhortó a los dirigentes a “afrontar los problemas sociales de hoy, a la luz de la doctrina social de la Iglesia, y desde la perspectiva del Evangelio para la construcción de un mundo mejor”.