EL PAíS
“Las empresas en quiebra deberían ser cedidas a sus trabajadores”
Eduardo Murúa preside el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas y es candidato a diputado nacional. Propone un sistema de créditos de los bancos oficiales como uno de los modos de asistir a su sector..
Por Laura Vales
Es presidente del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas y primer candidato a diputado nacional bonaerense por el Polo Social. Eduardo Murúa (42 años, metalúrgico, vecino de Lanús) dice que tomó la decisión de competir por una banca “convencido de que la lucha social necesita reflejarse en lo político”. Pero también que sabe que dedicarse exclusivamente a redactar proyectos de ley sería en su caso quedar reducido a un papel testimonial. “Así como el pueblo saltó la valla para cambiar el modelo, los diputados que están con el pueblo también van a tener que saltarla si quieren cambiar algo.”
–¿De dónde viene usted, políticamente?
–Empecé militando de chico, en la Unión de Estudiantes Secundarios. En los ochenta integré Intransigencia y Movilización peronista y en el ‘84 ya decidí pasar a trabajar en lo social.
–¿Se enojó con los partidos?
–Veía que iban a ser funcionales al modelo que se consolidaba, al modelo que había instalado la dictadura. Era imposible en aquel momento recuperar las estructuras del PJ o del radicalismo, eran aparatos muy poderosos, muy cerrados, como hoy. Con una burocracia que había sido funcional a los militares. De hecho, los compañeros que más habían peleado durante la dictadura quedaban relegados, no eran contempladas sus capacidades.
–¿Dónde se fue?
–En el 83 me afilié a la UOM Quilmes y después trabajé en la Capital, en IES (Ingeniería Eléctrica SA). Ahí fui delegado de la fábrica y armamos la agrupación 17 de octubre, en oposición a Lorenzo Miguel.
–¿Estaba con Francisco Barba Gutiérrez?
–Sí. Con él tenemos una vinculación política de hace tiempo, aparte de venir los dos del mismo sector del peronismo. El estuvo preso hasta el ‘82, en el ‘84 recuperó la UOM de Quilmes y en esa época yo empecé a trabajar en lo sindical.
–Ahora está en el Movimiento de Empresas Recuperadas. ¿Cómo se vinculó al tema?
–Empezamos a trabajar con la UOM Quilmes en la recuperación de la Cooperativa Mosconi, en el 87. En ese momento ya veíamos alguna posibilidad de reabrir empresas, pero no había tanta desocupación, el contexto lo hacía más difícil. A partir del ‘98, cuando los compañeros de IMPA nos contactaron, ya vimos que era una necesidad del conjunto de los trabajadores darse este método de lucha.
–¿IMPA fue una de las primeras empresas en ser reabiertas?
–En realidad no la primera, pero sí la que tuvo más repercusión pública. Fue un poco la que consiguió instalar el tema de las empresas recuperadas.
–Tuvieron el momento de mayor conflicto en cuando el neoliberalismo todavía tenía algún consenso. En el ‘98 Cavallo se soñaba presidente.
–Sí. Por eso cuando recuperamos IMPA diseñamos lo que es el Centro cultural, con el concepto de que fuera también una fábrica de ideas, para cuestionar el discurso único de la globalización.
–¿Usted fue candidato antes?
–No.
–¿Por qué ahora sí?
–Nosotros siempre creímos que la lucha social tiene que estar reflejada en lo electoral. Lo que no existía era una estructura política que nos abriera el juego. No luchamos solamente por la recuperación de las fábricas sino por una sociedad distinta, por eso tenemos que reflejar la lucha social en la lucha política.
–A mucha gente le molesta que alguien que se hizo conocido por un conflicto social se convierta en candidato.
–Pero yo estoy desde el 84 trabajando en esto. No es que me haya referenciado para ser candidato. Yo entiendo que los jóvenes piensen que las estructuras político partidarias no sirven, porque hoy nadie se puede entusiasmar desde ahí. Por eso algunos compañeros piensan que sólo sirve lo social y que hay que concentrarse en la pelea por la recuperación del empleo, creen que con eso alcanza. Pero en estos años, mientras recuperábamos 12 mil puestos de trabajo (esa es la cantidad de puestos de las fábricas recuperadas), perdíamos simultáneamente un millón, Es decir, no hay esfuerzo que alcance si no cambiamos la política económica del gobierno y las leyes, en un país que tiene un 30 por ciento de desocupación.
–¿Qué tipo de leyes quiere impulsar de ser electo?
–La modificación de la ley de quiebra, para que la empresa que quiebre sea cedida a sus trabajadores, por un mecanismo de compensación de créditos. La creación de un fondo fiduciario para capital de trabajo, y que los bancos oficiales den crédito para que los trabajadores podamos volver a poner a funcionar las máquinas. Y por otra parte, leyes que acompañen la democracia directa. Debería haber mecanismos de consulta para tomar las decisiones más importantes de gobierno. Yo no digo que podamos hacer el gran cambio si somos cuatro, cinco o seis diputados del Polo Social. Lo que creo es que podemos convocar a las otras organizaciones y armar un movimiento que, proyectado, pueda hacerlo. En serio creo que hay una necesidad del campo popular de tener una expresión política. Si el camino que elige nuestro pueblo es el de la democracia, son los representantes de las organizaciones sociales los que tienen que estar ahí.