“Ustedes están en presencia de una mujer con mucha templanza, además de temperamento (...), valoro ese temperamento porque fue lo que hizo que me encontraran. Donde quiera que esté mi mamá, sé que estará muy orgullosa de su mamá”, dijo Guillermo Pérez Roisinblit, nieto recuperado, cuando lo invitaron a hablar de su abuela, Rosa Roisinblit, como parte de la ceremonia en la que fue distinguida con la mención de honor Senador Domingo Faustino Sarmiento, una de las mayores que otorga el Senado. En el Salón Azul, la senadora Beatriz Rojkés de Alperovich fue la anfitriona. “Va a ser un día muy feliz para Rosita”, celebró. “Los grandes movimientos han sido atravesados por mujeres, Madres y Abuelas no son la excepción”, enfatizó. Rosa, vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, tiene 95 años y su fama de mujer temperamental reapareció, con cariño, en los discursos de muchos de los presentes. “Rosa es el temperamento de las Abuelas de Plaza de Mayo” que va unido a un costado “dulce”, dijo el diputado Horacio Pietragalla, otro nieto restituido. “Le dio una personalidad de hierro a las Abuelas de Plaza de Mayo”, señaló, y destacó cómo sigue yendo a la sede de Abuelas todos los días como el primer día. También habló el rabino Daniel Goldman y recordó cuando hace dos años, en un aniversario de la fundación de Abuelas, escuchó conmovido a Rosita cantando tangos.

Ante todos los que fueron a aplaudirla y abrazarla, Rosa recordó el secuestro de su hija Patricia, el 6 de octubre de 1978, cuando se la llevaron embarazada de ocho meses de la casa que compartía con su compañero y su beba Mariana, de 15 meses. Su nieto contó que cuando la ve con sus hijos, cómo disfruta con ellos y “cómo se ríen, ahí me doy cuenta de la clase de abuela que tengo y que no me dejaron disfrutar”. Otro de los oradores fue Leandro Despouy, actual titular de la AGN, quien dijo que homenajear a Rosa “es un acto de lucidez, nobleza y justicia”.