EL PAíS › EL SECRETARIO DE JUSTICIA, JULIAN ALVAREZ, CUESTIONO AL JUEZ FEDERAL CLAUDIO BONADIO
En diálogo con Página/12, el funcionario dijo que Bonadio se está armando un “escudo frente a los nueve expedientes de destitución” que enfrenta. Destacó que “es uno de los jueces más cuestionados” del fuero federal y señaló sus vínculos con el Frente Renovador.
› Por Santiago Rodríguez
El secretario de Justicia, Julián Alvarez, no tiene la menor duda de que la conducta del juez federal Claudio Bonadio “es claramente de golpismo institucional” y lo atribuye a dos razones: una personal y otra política. “Bonadio viene montándose un escudo frente a los nueve expedientes de destitución que tiene en el Consejo de la Magistratura”, sostiene Alvarez sobre uno de los motivos que llevan al juez a disponer medidas como el allanamiento del último jueves a la Inspección General de Justicia y las oficinas porteñas de Hotesur, la empresa que administra un hotel que es propiedad de la Presidenta. A eso le suma que “él mismo se adjudica públicamente ser un militante del Frente Renovador y habla de los cargos que aceptaría en caso de que Sergio Massa llegara a la presidencia”. “Esto hay que focalizarlo en la conducta de Bonadio”, dice también, en lugar de apuntar a todo el Poder Judicial.
–¿A qué se refiere concretamente cuando dice que Bonadio está montándose un escudo?
–Bonadio viene montándose un escudo frente los nueve expedientes de destitución que tiene en el Consejo de la Magistratura. Cada vez que el Consejo de la Magistratura sesiona, Bonadio toma una medida contra el Gobierno. Por ejemplo, el 20 de marzo de este año la Comisión de Disciplina y Acusación lo citó por mal desempeño en el trámite de las causas Tandanor y Yoma, y ese mismo día Bonadio firmó la elevación a juicio de Guillermo Moreno en una causa por abuso de autoridad. El último jueves, cuando nosotros estábamos designando presidente y conformado las comisiones del Consejo, hizo el allanamiento en la Inspección General de Justicia, justamente el Ministerio de Justicia, y en Hotesur, donde por supuesto no se encuentra nada. Bonadio es uno de los jueces más cuestionados de la Justicia federal.
–¿Cuál es su situación en relación con los nueve expedientes abiertos en el Consejo de la Magistratura?
–Tandanor y Yoma se tratan conjuntamente porque Bonadio utilizó la misma estrategia para solucionar y garantizar la impunidad de los imputados. La diferencia de Tandanor es que él fue funcionario de Carlos Corach en 1992 y la privatización de Tandanor es claramente una de las políticas que se llevaron adelante en ese momento.
–¿Qué hizo Bonadio en la tramitación de las causas Tandanor y Yoma?
–Bonadio dejó prescribir ambas causas. La causa Tandanor la elevó a juicio tres años después de que se lo pidieran, en el año 2009, y al Tribunal Oral Federal Nº 5 no le quedó otra alternativa que sobreseer. El tribunal denunció a Bonadio por haber dejado prescribir la causa. En la causa Yoma también dejó lugar a la prescripción, tomó la indagatoria cinco años después de la denuncia...
–¿Vinculan su manejo en esas dos causas a su relación con el menemismo?
–Sin duda. Bonadio es un juez del menemismo; es el caso más emblemático de los jueces de la servilleta que respondían directamente a Corach; antes de ser juez fue subsecretario de Corach. Ahora Bonadio, en vez de guiarse por la imparcialidad, se guía por sus conexiones políticas y por sus vinculaciones con el massismo. El mismo se adjudica públicamente ser un militante del Frente Renovador y habla de los cargos que aceptaría en caso de que Sergio Massa llegara a la presidencia. La situación es grave porque estamos ante un juez federal que desde la década del ’90 supo construir un poder enorme, con enorme grado de impunidad y que se defiende y quiere pasar de victimario a víctima jugando con sus propias causas judiciales. Cuando hablamos de Bonadio no hablamos de un paladín de la justicia, sino de alguien que utiliza las causas para extorsionar y hacer política. Sabiendo que su situación en el Consejo de la Magistratura es inexorable, querrá ser candidato a diputado el año que viene y estará buscando un vuelo mediático para saltar a la política. Si Bonadio hace esto con la investidura de la Presidenta, ¿qué puede esperar cualquier hijo de vecino?
–De los nueve expedientes que Bonadio tiene en el Consejo, ¿cuál es el más grave?
–El de los hemofílicos. Se trata de una causa que se abre a partir de una denuncia penal por la contaminación de pacientes hemofílicos con VIH y hepatitis B y C. Bonadio extendió la investigación y mientras tanto distintos testigos que padecían hemofilia murieron y no pudieron declarar; demoró injustificadamente la citación a indagatoria de los imputados, a los que le toma declaración recién tres años después de iniciada la causa; otros imputados nunca fueron indagados a pesar de que la Cámara Federal pidió que los indagara; el primer sobreseimiento lo revoca la Cámara, le ordena continuar con la investigación y Bonadio vuelve a dictar otro sobreseimiento por prescripción de la acción. Por esa causa está en condiciones de pasar a un jurado de enjuiciamiento.
–¿Qué irregularidad se le imputa a Bonadio en la tramitación de la causa por la tragedia de Once?
–Es un caso tremendo porque él les dio a los bomberos la orden de cesar la búsqueda de Lucas Menghini Rey, pese a que los bomberos le planteaban alternativas para seguir buscándolo, y después en virtud de la repercusión mediática los procesa y los imputa por incumplimiento de sus deberes. Uno de los bomberos es el héroe que entró primero al depósito de Iron Mountain que se incendió en Barracas y murió ahí. Cuando la Presidenta recibió a los familiares de esos bomberos, uno de los familiares de ese héroe le transmitió su tristeza por el hecho de que hubiera muerto procesado por Bonadio. Los tres jueces más denunciados en el Consejo de la Magistratura son Bonadio, Norberto Oyarbide y Carlos Villafuerte Ruzo, que es el juez que supuestamente está investigando el asesinato de Carlos Menem junior. Lo de Oyarbide sale en los medios ampliamente; lo de Bonadio y Villafuerte Ruzo no y eso se debe a los intereses que defienden esos jueces. Estamos ante una cuestión de gravedad institucional, que está afectando la investidura presidencial y claramente se está condicionado la actuación del Consejo de la Magistratura.
–¿Piensan hacer algún tipo de planteo en el Consejo de la Magistratura contra Bonadio por haber ordenado los allanamientos a la IGJ y Hotesur?
–Vamos a plantear que no se puede ejercer justicia a través de la coacción. Haremos una presentación donde vamos a demostrar la conexidad que existe entre las convocatorias al Consejo de la Magistratura y las medidas que dispone Bonadio. Vamos a avanzar también y pedir el tratamiento en la Comisión de Disciplina de los expedientes que se están tramitando en los que hay sobradas pruebas de lo que se le imputa.
–¿Los expedientes contra Bonadio en el Consejo de la Magistratura avanzaron como debían o vienen demorados?
–Creo que están demorados.
–¿Y por qué la demora?
–Hay una deuda del Consejo de la Magistratura con la Comisión de Acusación. Nosotros estamos dispuestos a avanzar con todas las causas que haya que avanzar. Enviamos a juicio al juez Axel López y no vamos a dudar ni un segundo cuando consideremos que hay mal desempeño de algún funcionario para enviarlo a jury. Yo convoco a la oposición a hablar de todos los jueces federales y a poner la discusión donde hay que ponerla. La oposición participa del Consejo, tomemos allí la decisión que haya que tomar, pero no nos pueden condicionar desde una tapa de un diario.
–¿También le atribuye intencionalidad política al procesamiento que Bonadio le dictó a Amado Boudou en la causa por irregularidades en la documentación de un automóvil?
–El 7 de agosto aprobamos la citación de Bonadio al Consejo de la Magistratura por el caso de los pacientes hemofílicos y Bonadio dictó el procesamiento de Boudou al día siguiente, el 8 de agosto... Hay tres hechos concretos que muestran cómo opera Bonadio: el 20 de marzo lo citamos por mal desempeño en las causas Tandanor y Yoma, y ese día envió a juicio oral a Moreno; el 7 de agosto lo citamos por la causa de los hemofílicos y al día siguiente procesó al vicepresidente; y este jueves, mientras se conformaba el nuevo Consejo de la Magistratura, allanó la IGJ y Hotesur; si una cosa no tiene nada que ver con la otra... Es obvio que tiene que ver. Estamos hablando de un juez que tiene en su despacho un cartel que dice “Todo pasa, todo llega, todo vuelve”. ¿Qué imparcialidad puede tener un juez que tiene eso como lema? Bonadio es un tipo violento, es un juez que todos conocemos por haber asesinado a dos individuos con un arma Glock, que es como una metralleta; es un juez que tiene un antecedente grave de violencia en su haber y amante de las armas.
–¿Qué le pareció el llamado de Luis D’Elía acerca de poner simbólicamente en una pica la cabeza de Bonadio?
–No acuerdo para nada con esas declaraciones. Yo creo que están las instituciones y lo que hay que hacer es ir a la Comisión de Acusaciones del Consejo de la Magistratura, tratar los expedientes de Bonadio, votar la apertura del enjuiciamiento y que un jurado de enjuiciamiento, por sorteo, tome la decisión que tenga que tomar.
–¿Hay otros jueces que estén en la misma que Bonadio?
–No. Creo que en los últimos años debatimos muy fuerte sobre la Justicia que queremos y es muy importante tener jueces que sean parte de la sociedad y que tengan pensamiento político, pero que no tomen decisiones de gobierno, sino que definan sobre casos concretos. Esto hay que circunscribirlo a la conducta de Bonadio y la conducta de Bonadio es claramente de golpismo institucional.
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