EL PAíS › LAS DIFERENCIAS ENTRE EL PO Y EL PTS POR LAS CANDIDATURAS

Chisporroteos dentro del FIT

El PTS lanzó la candidatura de Del Caño para presidente y propuso dirimir las postulaciones a través de las primarias. El PO consideró “prematuro e improvisado” el lanzamiento, descartó ir a las PASO y reclamó un acuerdo entre las fuerzas del frente.

 Por Adriana Meyer

Lo más probable es que terminen acordando, como sucedió en las elecciones anteriores. Sin embargo, los partidos trotskistas que integran el Frente de Izquierda (FIT) vienen manteniendo un contrapunto público sobre las precandidaturas para las elecciones de este año y por momentos los chisporroteos podrían sugerir un quiebre en esta alianza que, tras superar el millón y medio de votos de la PASO en 2011, se consolidó como bloque político. El Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) consideró que la campaña ya estaba en marcha y postuló al diputado nacional por Mendoza Nicolás del Caño para el cargo de presidente, al tiempo que anticipó su predisposición de dirimir la cuestión, si no llegan a lograr un acuerdo, en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias. Su socio, el Partido Obrero, cuestionó el lanzamiento de Del Caño por considerarlo “prematuro e improvisado”, y cerró en forma tajante toda posibilidad de utilizar las PASO cómo método para definir la interna.

“En el FIT siempre hemos resuelto esto por consenso, y eso fue lo que nos permitió aparecer como bloque unificado frente a los partidos del sistema”, dice a Página/12 el dirigente del PO Gabriel Solano. “En el PO y en Izquierda Socialista (IS, tercera pata del FIT) somos muy enfáticos en rechazar las PASO”, agrega. Este diario le pregunta si acaso la implementación del nuevo sistema no los había terminado beneficiando. “Nos querían proscribir, lo denunciamos y recibimos el apoyo de la gente, sólo desde ese punto de vista fue positivo, pero si hubiéramos ido a las PASO divididos la población no nos hubiera votado, no es el lugar para dirimir lo nuestro, a las PASO vamos contra Macri, y abandonar esa idea sería una torpeza”, responde Solano.

Junto con la precandidatura de Del Caño, el PTS anunció que postula a la jefatura de gobierno porteño a Myriam Bregman y a la gobernación bonaerense al actual diputado provincial Christian Castillo. “Es la apertura del debate, nuestra primera aspiración es que se resuelva por consenso, y si no, las PASO son una alternativa. Nosotros no lo dramatizamos como el PO e IS”, dice Castillo. Consultado sobre por qué se anticiparon a anunciar nombres, explica que para su partido una de las claves es “ganar el voto de las nuevas generaciones de obreros y estudiantes, y en ese sentido la idea es trasladar a nivel nacional lo que consiguió Del Caño en Mendoza, donde lo votó el 25 por ciento. Es alguien que ha tenido una actitud muy destacada tanto desde su banca en el Congreso como en la calle, por ejemplo, en el apoyo a los despedidos de Lear. El PO también está en su derecho de mencionar a (Jorge) Altamira.” Para Castillo, “no hay por qué enojarse ni descalificar a nadie, no somos un partido único y es lógico que tengamos posiciones diferentes. La campaña ya largó y nos preparamos a enfrentar el nuevo consenso derechista de los Macri, Cobos, Scioli y Massa, nosotros planteamos una variante pero luego veremos cuando se acerquen los cierres de listas”.

De hecho, en las dos oportunidades anteriores en que el PO y el PTS fueron juntos a una elección, en 2011 y en 2013, luego de cruces similares a éstos, terminaron cerrando un acuerdo.

Para Solano, del PO, “hay que ponerse de acuerdo sí o sí para estar unidos frente a los enemigos de clase, pero en base a la representatividad que cada partido ya tiene”. ¿Se refiere a que el PO se considera una agrupación “más grande”? “Hemos hecho concesiones recíprocas, como la rotatividad en los cargos, pero hay que reconocer que nosotros tenemos determinada primacía.” Y en ese momento menciona que tanto para el PO como para Izquierda Socialista eso significaría reconocer la figura de Altamira. “Ocupa un papel de liderazgo, no es candidato y las encuestas lo miden igual, sin duda que Altamira es quien junta más votos. La base del acuerdo (con el PTS) será que cada uno acepte su lugar según lo que construyó”, agrega Solano. Desde el PTS, Castillo responde que “si son más, no deberían tener problemas con ir a las PASO”.

Para ir calentando motores, en el PTS ya están militando la candidatura de Del Caño para intendente de la ciudad de Mendoza, del mismo modo que el PO hará lo propio con la postulación del actual diputado nacional Pablo López “para ganar la capital de Salta”, según vaticinan. Cada partido hizo su respectivo acto y ahora Solano propone que haya un acto unificado del FIT para marzo.

Las diferencias públicas entre ambas agrupaciones suelen generar cruces feroces de sus militantes en las redes sociales. “Allí da para chicanas pero no son las posiciones oficiales de los partidos, en el FIT no somos una bolsa de gatos como otras coaliciones, hay un acuerdo programático y no hay ningún motivo para que se rompa el Frente de Izquierda, de hecho en el Parlamento hemos tenido las mismas posiciones y hemos votado en común”, afirma Castillo. El FIT se permite exponer sus diferencias quizá porque, en el fondo, sus dirigentes están muy firmes en mantener la alianza que forjaron en 2011. Pero visto desde afuera no deja de parecerse a un matrimonio por conveniencia.

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Los dirigentes del Frente de Izquierda hasta ahora siempre definieron candidatos por consenso.
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