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El gobierno nacional volvió a cuestionar a los organizadores de la marcha convocada para el miércoles próximo, cuando se cumpla un mes de la muerte en circunstancias no esclarecidas del fiscal Alberto Nisman. Los voceros habituales de Casa Rosada, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, se manifestaron en ese sentido, al igual que el precandidato presidencial y ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo. Por su parte, el fiscal Raúl Plee y los sindicalistas Julio Piumato y Gerónimo Venegas reiteraron la convocatoria a marchar “en homenaje” a Nisman.

“No hay que mezclar la Biblia con el calefón”, dijo ayer Capitanich al advertir que entre los que anunciaron su presencia en la movilización están “aquellos que dicen y justifican el robo de bebés durante la dictadura o son abogados de reconocidos narcotraficantes”. El jefe de Gabinete dijo ser “muy respetuoso de todas las marchas de carácter popular”, pero juzgó “preocupante” la presencia de ese tipo de figuras en la convocatoria.

Aníbal Fernández, en el mismo sentido, dijo que “si los que están convocando son los narcos y la que está convocando es Cecilia Pando, que debe tener un brote antisemita fenomenal, si los que están participando de la marcha es la gente de AMIA y DAIA junto con fiscales que hicieron lo imposible para que la causa de AMIA se frenara y no prosperara nunca y no son conscientes de ello, estamos en presencia de algo que duele y preocupa”.

Por su parte, Randazzo opinó que el camino para esclarecer la muerte de Alberto Nisman “no es una marcha del silencio”, sino que la Justicia explique “qué pasó” con el fiscal. “Es como vivir en el reino del revés. El camino no es una marcha del silencio”, ya que los fiscales que convocan “tienen que redoblar la apuesta y el trabajo para que de una vez por todas se termine la impunidad en Argentina”. Para el ministro, “quien tiene que explicar qué paso con Nisman es la Justicia”.

También opinó sobre la movilización el diputado bonaerense Marcelo Sain, que calificó a los organizadores como “las viudas de la SIDE” que “buscan que no se disuelva la SIDE y no se cree la Agencia Federal de Inteligencia”, que le da “mayor transparencia a una actividad que ilegalmente se había transformado en un secreto”.

Uno de los organizadores de la marcha, el fiscal Plee, calificó como “fuegos de artificio” los dichos de los funcionarios nacionales y dijo que “buscan desalentar a la sociedad” de participar en la movilización convocada para el próximo miércoles. El funcionario judicial admitió que está “claro que tiene y tendrá una lectura política” la convocatoria, pero insistió en que se trata de un homenaje a Nisman y no una protesta contra el gobierno.

Otro de los que convocan a marchar, el sindicalista judicial Julio Piumato, acusó al gobierno nacional de querer “calentar” el tema, pero aseguró que no habrá “provocaciones” durante la manifestación. “Los que vayan a la marcha van a ser parte del grito del silencio, porque es un silencio que va a gritar. Toda la gente que va a ir también está haciendo un reclamo de Verdad y de Justicia. La gente que va a participar tiene que estar tranquila porque no hay posibilidad de provocaciones”, aseguró.

Quien se sumó a la convocatoria fue el dirigente sindicalista de peones rurales, Gerónimo Venegas, quien dijo que a partir de la imputación que elevó el fiscal Gerardo Pollicita a la Presidenta, “ahora más que nunca hay que participar en la marcha del silencio del próximo 18 de febrero junto a los jueces y fiscales para que de una vez por todas la Justicia pueda actuar en forma independiente”.