EL PAíS
Polémica por la prensa
La diputada Elisa Carrió denunció ayer que “en los últimos tiempos” el gobierno de Néstor Kirchner “presiona a los periodistas” a través de una llamada telefónica con el fin de “callarlos” cuando no quiere que se difunda una información. Esta acusación fue rápidamente respondida por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien la calificó como “un disparate enorme que no merece el menor análisis”. “Si no tenemos el derecho de llamar a un periodista y decir lo que es inexacto o lo que no es cierto, estamos mal. Nosotros defendemos nuestra gestión”, advirtió Fernández.