EL PAíS › FIDEL SE REUNIO CON BIELSA Y CUBA HIZO UNA PROPUESTA PARA SU DEUDA
Una proposición al estilo Lavagna
“Queremos pagar en la medida de nuestras posibilidades, ¿le suena, no?”, le dijo el presidente del Banco Central Cubano, Francisco Soberón, al canciller argentino, y pidió una quita del 75 por ciento del valor de las acreencias. Las relaciones quedarán normalizadas, después de la impasse delarruista, en febrero de 2004, cuando Kirchner viaje a La Habana en visita oficial. Anoche, Bielsa con Castro.
Con el encuentro entre Fidel Castro y el canciller Rafael Bielsa, justo a la medianoche argentina, en La Habana, se podría decir que quedaron oficialmente normalizadas las relaciones entre Cuba y Argentina. Fue el cierre de la segunda y última jornada de la visita de Bielsa, quien recibió una propuesta concreta de Cuba para pagar su histórica deuda que hoy rondaría los 1900 millones de dólares. La propuesta del presidente del Banco Central de Cuba, Francisco Soberón, copió el estilo K. “Queremos pagar en la medida de nuestras posibilidades, ¿le suena, no?”, avisó Soberón antes de ofertar una quita del 75 por ciento. Otra medida de normalización será la puesta en marcha de una comisión que hará un seguimiento de la relación bilateral, con fecha de inauguración en febrero del 2004, con la posible visita del presidente Néstor Kirchner a Cuba.
“Es el comienzo de una nueva era”, anunció el canciller cubano Felipe Pérez Roque, conversando con Bielsa. “Es un momento particularmente especial para incrementar los intercambios”, afirmó luego el canciller argentino. Los funcionarios de la isla dejaron en claro que si aceptaban iniciar una instancia de negociación con Argentina a propósito de la deuda tenía que ver con que el actual jefe de la Casa Rosada era Kirchner. “Podríamos haber seguido tirando la pelota para adelante”, le dijeron a uno de los integrantes de la comitiva.
Tanto Cuba como Argentina quieren dejar en el olvido la etapa hostil que rigió la lógica de las relaciones carnales del menemismo, con la prolongación “lamebotas” de los dos años de gestión de Fernando de la Rúa, quien continuó con los votos condenatorios a la isla en la ONU.
Bielsa se encontró ayer con Soberón en el edificio del Ministerio de Relaciones Exteriores. El canciller estuvo acompañado del subsecretario de Asuntos Latinoamericanos, Eduardo Sguiglia, y el embajador Raúl Taleb, quien ocupará la embajada argentina en La Habana, sin representación desde hace dos años. El tema de la deuda fue el núcleo de la conversación. La deuda cubana con Argentina se originó en 1974, cuando el gobierno de Perón le prestó al régimen de Fidel 1200 millones de dólares que se destinarían a la compra de vehículos. Con el cálculo de los intereses, esa suma hoy rondaría los 1900 millones de dólares.
Al adelantar la propuesta de pago, Soberón aclaró que habían tenido muy en cuenta lo que los funcionarios de Economía argentinos les plantearon a los acreedores en Dubai. El presidente del Banco Central cubano propuso una quita del 75 por ciento, prometiendo que empezarán a pagar los intereses en efectivo con la firma del acuerdo. En cuanto a la cancelación de capital también podría hacerse en efectivo, pero a ambas partes les resultó más simpático la posibilidad de un más posible pago en servicios. Se planteó que Cuba envíe medicamentos y biotecnología.
Bielsa planteó su propuesta: que la isla abra una línea de créditos por valor de 50 millones de dólares durante cinco años para que pacientes argentinos de bajos recursos se puedan atender sin costos en los institutos de alta complejidad de Cuba. Soberón pidió que le dejaran consultar la idea, y a la hora y media ya había dicho que sí.
En la primera semana de noviembre, entonces, una misión de funcionarios de Economía argentinos viajarán a La Habana para hacer una contraoferta a lo propuesto por Cuba. Pero en la delegación argentina, más allá del resultado final, estaban felices porque al tiempo que se normalizaron las relaciones bilaterales habían conseguido destrabar las conversaciones sobre un tema enterrado desde hace añares.
Otra de las reuniones que el canciller argentino mantuvo en la agitada jornada de ayer fue con el vicepresidente Carlos Lage. Allí predominaron los temas de la agenda internacional, como la reciente reunión de la Organización Mundial del Comercio en Cancún, y la más cercana reunión de cancilleres del G-22 en Buenos Aires. Hubo un párrafo a la década menemista y sus consecuencias. “Los diez años de neoliberalismo fueron muy buenos porque lograron sepultarlo definitivamente”, ironizó Lage. Bielsa firmó varios acuerdos de cooperación, incluyendo uno económico por el cual 1300 productos serán colocados en un sistema preferencial para facilitar su comercio. Otro acuerdo fue relanzar la Comisión Mixta Económico Industrial bilateral, un proyecto firmado en 1983 y que nunca fue puesto en marcha. Ahora se consensuó reactivarla a partir de febrero y ahí fue cuando Bielsa explicó que Kirchner podría visitar la isla para la ocasión. Sin embargo, supeditaron el viaje a la agenda presidencial.
La visita de Bielsa, que concluirá hoy por la mañana, fue la primera de un canciller argentino en 14 años. Su par cubano, Pérez Roque, prometió compensar el gesto en marzo del 2004, cuando viajará a Buenos Aires.
Por la noche, el canciller participó de una recepción en la embajada argentina en la que hizo una concesión a los reclamos de los sectores disidentes que le habían enviado una carta solicitándole una entrevista para ponerlo al tanto de la situación de los detenidos en marzo pasado por el gobierno castrista. Bielsa mantuvo un aparte con el nuncio apostólico en La Habana. Eso tiene que ver con que la Iglesia ha tomado el papel de mediador entre el gobierno cubano y los sectores opositores.
Luego vendría el plato fuerte del viaje con el encuentro con Fidel Castro. Al cierre de esta edición, fuentes de la delegación argentina confirmaban la reunión para después de la recepción. “Hasta las seis de la mañana tenemos tiempo”, decían cerca de Bielsa, boleto de avión en mano.