El secretario de Inteligencia, Oscar Parrilli, afirmó ayer que “lamentablemente la democracia convivió 30 años” con el ex espía Antonio Stiuso. Aunque reconoció que “nadie fue capaz de ponerle el cascabel al gato”, destacó que la autocrítica del kirchnerismo es “la acción”, es decir, el desplazamiento del ex jefe de Operaciones de la SI y la reforma del organismo a través de la creación de la nueva Agencia Federal de Información.

Cada uno “se debe hacer responsable de la cuota parte de responsabilidad que le toca”, advirtió Parrilli, y sobre las críticas de la oposición, que se pregunta por qué no se hicieron estos cambios antes, el funcionario señaló que las medidas se toman “en el momento en el que se pueden tomar”.

“Lamentablemente durante treinta años la democracia vivió con este señor, cada uno se debe hacer responsable de la cuota parte de responsabilidad que le toca. Desde el año ’83 nada se hizo, y este hombre fue adquiriendo cada vez más poder, afirmó Parrilli. El secretario resaltó que “la Presidenta tomó la decisión de transformar la Inteligencia en la Argentina”, y que eso “no pasa sólo por Stiuso”.

“Está prohibido hacer Inteligencia no sólo por parte del Estado, sino también por los privados. Nosotros hemos agravado las penas respecto de esos delitos”, señaló el titular de la SI. Cuando le preguntaron si hay que cuidarse cuando se habla por teléfono respondió: “De nosotros no”. Aseguró que la ex SIDE no tiene “pinchados” teléfonos de dirigentes sociales y políticos y que todos los números intervenidos del organismo lo son por orden judicial.

Respecto de la citación que el viernes se hizo a Stiuso, el secretario de Inteligencia advirtió que, pese a haberse jubilado, el ex agente está “obligado” a asistir el lunes a la sede de la actual Agencia Federal de Inteligencia (AFI) para dar “explicaciones” sobre sus tareas en la causa del atentado contra la AMIA. “Tiene obligación legal de presentarse, si no lo hace ya veremos qué medidas legales tomamos”, explicó. Stiuso fue citado porque se encontraron en la ex SIDE notas entre él y el fallecido fiscal Alberto Nisman, quienes investigaron el atentado a la AMIA, que darían cuenta de una falta de trabajo por parte del espía. “Encontramos 15 notas remitidas entre el doctor Nisman y el ingeniero Stiuso desde el 2005 al 2013, casi una por año. Eran todas en las que se pedía el avance de líneas de investigación, el entrecruzamiento de llamadas, si había resultados. Todas las respuestas de Stiuso eran casi burocráticas de que ‘estamos avanzando, estamos trabajando’. Nosotros vimos esto como una suerte de justificación a la no acción. No sabemos si este trabajo se realizó o no o si se llegó a alguna conclusión”, dijo Parrilli.