El eligió a un peronista; ella eligió a un radical. Los dos candidatos del PRO enfrentados en la interna del próximo domingo, Horacio Rodríguez Larreta y Gabriela Michetti, jugaron la carta de quién será su compañero de fórmula en caso de ganar. Larreta primereó con el anuncio de que lo secundará el peronista Diego Santilli. Lo hizo en pleno debate televisivo con Michetti, una movida que la obligó a replantear su estrategia, dado que no tenía pensado nombrar a su vice antes de las PASO. Para contragolpear, Michetti lo anunció en el programa de Mirtha Legrand: es el radical Hernán Lombardi, uno de los ministros que eligió apoyar su candidatura.

Las decisiones de Larreta y Michetti perfilan sus listas hacia el desenlace final: una tiene sabor peronista; otra perfume radical. Los padres de los dos vice jugaron un papel central en sus vidas políticas.

En el caso del Colorado, su padre, Hugo Santilli, fue uno de los dirigentes que apoyó a Carlos Menem para derrotar a Antonio Cafiero. Fue presidente del Banco Nación hasta 1991. Además del peronismo, le dejó a su hijo otra de sus pasiones: fue presidente de River en los años ochenta.

En el caso de Lombardi, su padre, Jorge Lombardi, fundó una constructora y lo eligió como heredero (de allí que Lombardi se recibió de ingeniero civil, luego de su paso por el Colegio Nacional de Buenos Aires). Al comienzo de la democracia, estuvo entre los dirigentes de Franja Morada que ganaron el centro de estudiantes de Ingeniería.

En esa época, Santilli estudiaba para contador público, para luego irse con un posgrado a Francia y a Estados Unidos (estudió Marketing en Berkeley), donde terminó siendo operador de mercado en las Torres Gemelas. Volvió en 1994 y se reinsertó en el peronismo porteño. Fue asesor en el Banco Nación y en el Ministerio del Interior. También asesoró en diversas cuestiones durante las intendencias porteñas de Saúl Bouer y Jorge Domínguez.

A comienzos de los ’90, Lombardi hizo una maestría en Marketing y Management en Turismo que signaría parte de su carrera. En 1992, ya manejaba el complejo Torres de Manantiales en Punta del Este. En 1997, el Grupo Sushi lo convocó a sus filas: fue secretario de Cultura y Turismo en el gobierno de Fernando de la Rúa entre 1999 y 2001, cuando el gobierno de la Alianza terminó con decenas de muertos y un país en llamas. Ricardo López Murphy lo volvió a convocar como su candidato a gobernador: salió séptimo, con menos del 4 por ciento. Tras la alianza de López Murphy con Macri, Lombardi terminó en las filas del PRO. Desde 2007 es ministro de Cultura porteño.

Santilli llegó al macrismo en sus comienzos con la incorporación de peronistas de la línea de Miguel Angel Toma. Condujo como vicepresidente primero la Legislatura y luego fue nombrado ministro de Espacio Público, un lugar del que hubiera preferido no irse. Pero debió dejarlo a pedido de Macri, para ser senador junto a Michetti.

Las caras de los dos tapizaron las paredes de la Ciudad y concurrieron juntos a innumerables reuniones con vecinos, como parte de la web Legislemos.org. Tal vez por eso a los michettistas les quedó un sabor amargo con la fórmula Larreta-Santilli. El jefe de campaña de Michetti, Federico Pinedo, dijo que no lo habían “tomado como una traición”, aunque no dejó de advertir que Santilli “había estado con Michetti mucho tiempo”. Algunos de los jóvenes que acompañan a Michetti no fueron tan sutiles: le empezaron a decir a Santilli el “Cobos del PRO”. “El kirchnerismo criticó a Julio Cobos por la falta de lealtad. Algo parecido hizo el Colorado en esta jugada, traicionando a Gabriela. Tanto el Colo como Horacio son muy amigos de Ma-ssa. Los habrá juntado Sergio”, ironizaba uno de los jóvenes PRO, que no ignora que el que los juntó fue Macri. Por las dudas, Santilli ya aclaró que el dominio del sitio Legislemos.org lo tiene él.