Martes, 21 de abril de 2015 | Hoy
EL PAíS › EL BALANCE DE LOS CANDIDATOS DESPUéS DEL VIRTUAL EMPATE DEL PRO Y EL FRENTE PROGRESISTA
El gobernador Antonio Bonfatti advirtió que “no hay nada cerrado todavía” y recordó antecedentes en los que se revirtió el resultado de las PASO. “El rival a vencer es Del Sel. La gente se va a preguntar muy bien en qué manos deja la provincia”, dijo Perotti.
Por Luis Bastús
En el Frente Progresista Cívico y Social se encendieron las alarmas al terminar de leer al derecho y al revés la performance del socialista Miguel Lifschitz en la elección primaria de anteayer. Y aunque el gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, planteó que “no hay nada cerrado todavía” y recordó antecedentes parecidos en los que luego la coalición salió airosa, puertas adentro cunde la preocupación por el escenario instalado que deben revertir en menos de dos meses. Tras ello, surgieron denuncias ayer de distintas fuerzas políticas acerca de presuntas irregularidades: la más grave proviene desde el candidato del Frente Justicialista para la Victoria, Omar Perotti, quien afirma que hay por lo menos 700 mesas cuyos resultados no fueron volcados al escrutinio del Tribunal Electoral.
El conteo de votos terminó hacia las 5 de la madrugada de ayer. Lo primero que exhibió fue la baja concurrencia a los comicios: votó casi 1,7 millón de santafesinos, menos del 66 por ciento. En este universo, la fórmula macrista de Miguel Del Sel y el radical Jorge Boasso obtuvo 481.278 votos. Al final, la brecha que le sacaba al oficialismo provincial se redujo hasta casi un empate técnico, 32,2 a 31,8 por ciento. El Frente Progresista obtuvo 475.785 votos, por la suma de Lifschitz (335.808) y del radical Mario Barletta (139.977). La fórmula peronista del diputado nacional Perotti y el secretario de Transporte, Alejandro Ramos, consiguió 327.126 sufragios.
El Frente Renovador también se anotó en la general con una elección de 115.315 votos, donde el diputado Oscar “Cachi” Martínez eliminó por diez puntos al ex dirigente agrario Eduardo Buzzi. De diez binomios en disputa, el 14 de junio serán cuatro los que pujen por suceder a Bonfatti.
El gobernador fue el que puso la cara ayer ante la prensa, después de haber sido el candidato a diputado provincial más votado de todos en las PASO, con 445 mil sufragios, unos 110 mil más que los obtenidos por Lifschitz. Bonfatti negó, por eso, que las primarias hayan expresado un voto castigo a su gestión, pero admitió que esperaban hacer una elección mejor. En cambio, reparó en que hubo un tercio del electorado que no votó el domingo y que “Binner en 2007 ganó la general luego de que Rafael Bielsa fuera el más votado en las primarias”, algo parecido a lo que sucedió en 2011 con Del Sel.
Lifschitz, en cambio, no se mostró ayer y sólo dejó un mensaje en Facebook, titulado “Que el sueño no se detenga”. Allí analizó: “Sabíamos que iba a ser un desafío difícil. Que teníamos más adversarios que de costumbre y que además nos había tocado una etapa de gestión complicada por la realidad de la violencia y la inseguridad. También sabemos que los valores e ideas que han impulsado nuestra acción política y nuestras gestiones públicas siguen intactas. La realidad es como es y de nada sirve lamentarse. Hay que retomar la carrera con más ganas, más compromiso y más inteligencia”. Algo tendrá que corregir: en el departamento Rosario –su fuerte– sacó 7 mil votos menos que Del Sel, y sus precandidatos a senadores perdieron la interna en la mitad de los 19 departamentos de la provincia.
Los 22 puntos porcentuales que obtuvo Perotti y que no aparecían en las encuestas entusiasmaron al rafaelino. Ahora quiere dar pelea más que nunca. “El rival a vencer es Del Sel. La gente se va a preguntar muy bien en qué manos deja la provincia y quién va a conducir el cambio”, propuso, animado por la sensación de que “esto es el piso, ahora nos queda crecer. la gente se sacó parte de la bronca y ahora va a elegir el gobernador”. Así, el candidato justicialista planteó que la pelea será “de a tres” y no habrá polarización como se vaticinaba. En este espacio también habrán de ajustar cuentas con los caudillos territoriales, esto es, los candidatos a senadores, puesto que hubo más de uno que ganó en su departamento aunque la fórmula Perotti-Ramos no.
Del Sel, en tanto, ayer avanzó en pos de captar nuevos electores que lo separen más del Frente Progresista. “Quizá muchos peronistas nos acompañen porque lo vieron al Lole (en el festejo en Puerto Norte). Muchos peronistas y radicales nos van a acompañar. Hay un radicalismo desencantado con el socialismo.” Y refractó críticas: “Siempre me castigan por ser humorista, yo estoy orgulloso de haber hecho reír a la gente, soy una persona de bien, trabajadora”.
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