Sábado, 23 de mayo de 2015 | Hoy
EL PAíS › EL INICIO DE LOS SHOWS MUSICALES QUE SE EXTENDERAN HASTA EL LUNES
La jornada de ayer culminó a puro folklore con un recital del Chaqueño Palavecino. Hoy, en el escenario central de la Plaza de Mayo, será el día dedicado al rock. La actividad comenzará a las 16 con Illya Kuryaki and the Valderramas.
Por Andrés Valenzuela
”Acá sí”, declara un pibe de remera blanca con un par de rayas. Lo acompaña una chica con tres o cuatro años más que se le parece y una mujer, la madre. Se plantan sobre el pasto apenas húmedo por un rocío tímido, justo cuando China Cruel empieza la primera jornada de recitales para festejar un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo. Los festejos de la Fiesta Patria Popular comenzaron ayer en la Plaza de Mayo y se extenderán hasta el lunes con distintas agrupaciones de tango, folklore y rock. Además, los distintos ministerios nacionales instalaron una serie de stands a lo largo de las diagonales Norte y Sur, con feria de productos regionales y exposición de tecnología y programas sociales (ver aparte).
El primer día de festejos comenzó con el tango como baluarte y culminó a puro folklore con un recital del Chaqueño Palavecino cerca de la medianoche. Las primeras en salir al ruedo fueron las muchachas de China Cruel, una orquesta de mujeres con composiciones propias, ejemplo cabal del tango argentino del nuevo siglo, que está alejado del estereotipo del guapo llorando a la novia infiel y la madre ausente. Las dirigidas de la pianista Verónica Bellini les cantaron en los primeros minutos de la noche a los amores que surgen en los supermercados chinos, a los tipos histéricos y reclamaron contra la violencia contra las mujeres. “Queremos que todos los hombres de buen corazón, que sabemos que hay y que son muchos, se unan a la campaña `Ni una menos`”, pidió Bellini y les recordó a sus congéneres que “mejor solas que mal acompañadas”.
Hacia la Plaza confluyeron centenares de familias y parejas, tanto mayores como jóvenes. La mayoría prefirió la calma de los canteros o del pasto, y convirtieron la Plaza de Mayo en escenario de pequeños picnics o meriendas, mientras los últimos oficinistas del microcentro se apuraban hacia sus casas. Algunos –pocos– llevaban banderas argentinas, otros acompañaron con una escarapela, pero más allá de las enseñas no se vieron distintivos partidarios, y cuando aparecieron fue en la remera de algún militante que se acercó a ver el show.
A las chicas de China Cruel las sucedió Diego Schissi con su orquesta y su planteo musical mucho más académico. Mientras interpretaban sus composiciones, una parejita joven bailaba en la base del mástil de la Plaza: un exponente habitual de lo que es hoy el tango. El, de remera y flequillo, ella con jeans y dos tatuajes en la espalda.
Entre una orquesta y otra las imponentes pantallas ubicadas a ambos lados del escenario –frente a Casa Rosada– recordaron la historia de la Plaza desde los bombardeos del ’55 hasta la recuperación de la democracia, mientras los separadores cantaban “quién dijo que todo está perdido / yo vengo a ofrecer mi corazón”, de Fito Páez, las “banderas en mi corazón”, de Patricio Rey y sus Redonditos de ricota, La Renga y otros. Además, a modo de arenga, el clásico “el pueblo unido jamás será vencido”, que una señora acompañaba aplaudiendo desde el pasto.
Alrededor de las 19.30, la conducción de la jornada hizo una pausa para mostrar en directo el encendido de las nuevas luminarias del edificio del Ministerio de Desarrollo Social, con sus dos figuras de Eva Perón, que arrancó los primeros aplausos decididos de la noche, más allá de los reservados para los músicos.
“Vinimos a ver qué había, y de paso ellos van viendo qué es la Semana de Mayo”, planteó a Página/12 una pareja de Paternal con sus dos chicos. Es que resultaba fácil distinguir a los que se acercaron a la Plaza por amor al tango y los que llegaron empujados por la curiosidad y la fecha patria. Algo en el movimiento hacia las vallas cuando empezaba una orquesta esperada (como la de tango no-tan-electrónico Tanghetto, o la casi jazzera Escalandrum, del nieto de Astor Piazzolla). Entre unos y otros, los que se acercaban por la bandera fueron mayoría.
Además participaron de la jornada Limón García y la orquesta Rascacielos, Omar Mollo, La Chicana, Guillermo Fernández y un final esperado por el Chaqueño Palavecino.
“¡Cuánto tiempo sin verte!”, reclamaba una clown a los que caminaban Diagonal Norte. Era una de tantos compañeros artistas que llevaron entretenimiento a los chicos, señalaron actividades a los grandes y, básicamente, jugaron a sacarles la timidez a todos los que se cruzaron. Así, mientras los pibes jugaban en el piso, los grandes pudieron recorrer un caño emisario submarino, atisbar los procesos de los reactores nucleares de fabricación nacional o fotografiar el cohete experimental VEx1, del Proyecto Tronador II.
Los festejos continúan hoy. La actividad estará dedicada al rock y comienza a las 16 con Illya Kuryaki and the Valderramas, Richard Coleman, El mató a un policía motorizado, Banda de turistas y otros. El domingo se homenajeará a Mercedes Sosa. Ese día, además actuarán María y Cosecha, Mariana Baraj, Arbolito, y se realizará el espectáculo Se trata de Nosotras con Luciana Jury, Liliana Herrero, Miss Bolivia, Andrea Alvarez y más músicas, en contra de la trata de personas, que castiga especialmente a niñas y mujeres. Finalmente, el lunes culminarán los festejos con invitados nacionales e internacionales, como Agarrate Catalina, Ana Prada o Buena Vista Social Club. También se realizará Canciones prohibidas, un espectáculo dedicado a las canciones prohibidas por la última dictadura cívico-militar.
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