Con el objetivo de reforzar la alianza Unidos por una Nueva Alternativa (UNA) y evitar la fuga de votos hacia otros frentes electorales, Sergio Massa viajará el martes a Córdoba para reunirse con el gobernador José Manuel de la Sota, donde el líder del Frente Renovador anunciará que el cordobés será el “jefe político” de su campaña presidencial. Luego de reunirse dos días seguidos en Buenos Aires, los dirigentes acordaron que De la Sota asuma un protagonismo más relevante en la disputa presidencial para tratar de fidelizar el millón cuatrocientos mil votos que el cordobés sumó en su derrota ante el tigrense en la primaria de UNA. Allí también mostrarán la unificación de equipos técnicos que elaborarán las propuestas que Massa realizará de cara a la elección general de octubre, en busca de desplazar a Mauricio Macri de un eventual ballottage con Daniel Scioli.

“Será el jefe político de la campaña de Sergio. No va a estar en la planificación diaria ni de la estrategia de la campaña porque se trata de un gobernador. Pero va a trabajar al lado de Sergio y se ocupará de las relaciones políticas con todo el interior del país y también en la provincia de Buenos Aires”, confirmaron desde el massismo a Página/12, sobre el papel que ocupará el cordobés en la campaña presidencial de UNA.

Desde el delasotismo, en cambio, esquivaron confirmar cuál sería el rol del gobernador en la campaña massista, aunque la versión surgió desde Córdoba. “De la Sota tiene una gran experiencia en campañas y seguramente podrá aportar ideas para alcanzar el mejor resultado posible”, había admitido públicamente Carlos Caserio, candidato a senador nacional por UNA en la provincia, uno de los armadores del gobernador cordobés y quien hilvanó la relación entre ambos dirigentes.

El propio domingo de las PASO, que reavivaron sus aspiraciones presidenciales, Massa se aferró a De la Sota y al casi millón y medio de votos que el cordobés aportó a la primaria de UNA. “Hemos aprendido mucho de vos. Te admiro, te respeto y te valoro”, lanzó el líder renovador desde Tigre aquella medianoche frente a todos los medios de comunicación. “Que sepa Sergio que puede contar con nosotros”, había dicho minutos antes De la Sota desde Córdoba al reconocer su derrota.

Luego de las promesas de fidelidad, Massa y De la Sota se reunieron en secreto en la Ciudad de Buenos Aires, a donde el gobernador cordobés llegó para reclamar ante la Corte Suprema una deuda que la Nación tendría con la provincia en un viejo litigio por las jubilaciones. Entre miércoles y jueves, ambos dirigentes acordaron las formas de darle continuidad a UNA.

Una fórmula que incluye intentar fidelizar a favor de Massa los votos obtenidos por el cordobés, con el objetivo de buscar desplazar a Macri de un posible ballottage con el oficialista Scioli. Por eso, De la Sota asumirá el rol de “jefe político” de la campaña electoral de Massa para evitar que el 6,4 por ciento que cosechó el gobernador en Córdoba se fuguen hacia Cambiemos. De la Sota no olvida que Macri fue el impulsor de la “triple alianza” cordobesa (PRO, UCR, FC), con que el alcalde porteño intentó sin suerte derrotar al delasotismo.

La otra pata del acuerdo será mostrar el martes en Córdoba a los que equipos técnicos de Massa y De la Sota, que trabajarían unificados para elaborar las propuestas que el de Tigre exhibirá como parte de su campaña para la elección general del 25 de octubre. Massa volvió a reunir a su tropa ayer en Tigre para delinear aspectos de lo que volcarán el martes en Córdoba y los colaboradores que lo acompañarán. De la Sota los recibirá en el Quórum Córdoba Hotel junto a los referentes de sus equipos técnicos: Nadín Argañaraz (economía y empleo), Laura Etcharren (lucha contra el narcotráfico) y Daniel Passerini (políticas sociales), entre otros.

Una de las dudas a develar será si del encuentro también participaría el gobernador electo Juan Schiaretti, a quien le atribuyen una “excelente relación” con Scioli. La idea de De la Sota y Massa es mostrarse muy cerca y trabajando en conjunto para ahuyentar cualquier posible acuerdo con otras fuerzas políticas. Massa necesita del piso alcanzado por UNA para emprender la escalada que se fijó para octubre.