EL PAíS
› INVESTIGAN SI EL GRUPO DE MUSA AZAR SE
FINANCIABA COMETIENDO ASESINATOS POR DINERO
Una banda que le puso precio a la muerte
Según consta en la causa, la organización habría cobrado 60 mil pesos para matar a Patricia Villalba, asesinada por conocer detalles de la muerte de Leyla Bshier. La eliminación de los cadáveres también se habría hecho por encargo. Los investigadores afirman que con ese dinero, el grupo de Musa Azar financiaba sus operaciones.
› Por Alejandra Dandan
Hasta ahora, Musa Azar fue acusado formalmente por el homicidio de una de las dos víctimas de La Dársena. Ahora la Justicia va por más: los investigadores están convencidos de que ordenó la ejecución de Patricia Villalba por dinero y que por dinero también aceptó hacer desaparecer el cuerpo de Leyla Bshier Nazar. Para los investigadores, las dos maniobras están revelando la existencia de una organización manejada por el ex jefe de los espías del juarismo destinada a realizar cualquier tipo de trabajo: “Musa Azar extorsionaba para financiar sus operaciones”, aseguró a este diario una fuente de la investigación. Ayer se conocieron detalles de ese modo de trabajo: a Musa Azar le ofrecieron 60 mil pesos para que “limpie a la señorita Villalba”, según consta en la causa. ¿Quién le ofreció el dinero a Musa? ¿Qué otras operaciones se le adjudican? ¿Cuál es la tesis del doble crimen manejada por la jueza del juzgado de La Banda? Página/12 recorre cada una de estas preguntas un día después de la caída de uno de los hombres centrales del gobierno de los Juárez que en este momento, según su abogado, podría ser procesado, aunque “está dispuesto a todo para defenderse”.
Hasta ahora la resolución más fuerte de la jueza María del Carmen Bravo fue la acusación completa y rotunda contra Musa Azar sobre una de las muertes. El sábado lo imputó por homicidio triplemente calificado en el crimen de Patricia Villalba, agravado por alevosía, por recibir una recompensa y cometerlo para tapar otro delito. Según los investigadores, fue Musa Azar quien ordenó el crimen de Patricia.
Ayer, Luis Vergottini, el abogado de Musa, contó algunos detalles de la imputación. Hasta ahora sólo se conocían algunos elementos, entre ellos la existencia de tres declaraciones clave de tres policías que dependían de la Secretaría de Informaciones, controlada por Musa Azar, y que ya estaban detenidos y procesados por el crimen del ganadero Oscar Seggiaro. Ellos habían planteado la responsabilidad de su jefe como instigador de la muerte de Patricia Villalba, pero a partir de la indagatoria se conocieron nuevos detalles sobre su trabajo en la operación, que incluyeron torturas. Los policías hablaron también de un arreglo por precio, dieron detalles de algunos personajes que estuvieron con Musa durante la negociación y mencionaron al autor del trabajo por encargo (ver recuadro).
“Todo esto habría empezado con un arreglo que se hizo durante una reunión en la oficina de Musa Azar”, contó Vergottini. De acuerdo a sus datos, confirmados por una fuente directa de la investigación, uno de los policías contó los detalles de la reunión porque habría participado del encuentro. Con él estaba Musa Azar, Antonio Orpi, que era secretario de Seguridad de la Provincia y quien por entonces era jefe de la Policía de Santiago. En la reunión estuvo además un personaje central en este caso: Raúl Llugdar, el tío del hasta ahora único procesado en la causa, José Patricio Llugdar. Ese tío habría sido quien le ofreció a Musa Azar los 60 mil pesos para “limpiar a la señorita Patricia”.
Este relato explica por qué entre los 17 detenidos está desde hace una semana Julio Llugdar. Y explica además por qué José Patricio, su sobrino, “está totalmente comprometido al menos con la muerte de Patricia”. La jueza le da crédito a esta hipótesis.
Los detalles de las declaraciones de los policías también explican la detención de otro hombre, con rango de comisario general, quien se desempeñaba como número dos de la Secretaría de Informaciones de Musa Azar conocida como el mítico D-2. Ese comisario es Julio César Gómez. Los policías lo ubican como el autor directo de la orden de ejecución de Patricia, una orden que no habría partido directamente de Musa Azar sino de su lugarteniente. Aun así confesaron, tal como lo venía diciendo este diario, que ellos mismos trasladaron el cuerpo de Patricia desde el zoológico privado de Musa Azar hasta La Dársena, el sitio donde fue encontrado.
Musa detrás de Leyla
Hasta aquí, esto sería lo que ocurrió con Patricia Villalba el 6 de febrero, desde el momento en que salió de la verdulería donde trabajaba hasta que, horas después, apareció su cuerpo en La Dársena. Pero éstos no son todos los elementos que están dando vueltas en el siniestro rompecabezas del doble crimen: para los investigadores, Musa Azar también comandó el operativo que se puso en marcha para reducir el cuerpo de Leyla a un puñado de huesos.
En ese nuevo esquema de la investigación vuelve a aparecer Saravah, el último lugar público donde fue vista Leyla; vuelve a aparecer la fiesta o un escenario donde existió consumo de cocaína y vuelven a aparecer los nombres del poder político de Santiago: “Acá existieron tres grupos”, le explicó a este diario uno de los investigadores más vinculados a la causa:
Grupo 1: Es el que estuvo con Leyla en la fiesta o en una reunión donde la chica pudo haber muerto como consecuencia de una sobredosis de cocaína. Para quienes trabajan en la causa, “los que estaban con ella no tenían el coraje de hacer lo que se hizo con el cuerpo, pero sí tenían los contactos y el dinero necesarios para pedir que la desaparezcan”.
Grupo 2: El cuerpo de Leyla pasa a un segundo grupo donde ya aparece Musa Azar, como nexo con el tercer grupo o grupo de tareas. Esta intervención explica la imputación en su contra por el caso de Leyla: encubrimiento agravado y jefe de la asociación ilícita.
Grupo 3: Es el que hace el trabajo duro, la mano de obra que pudo estar a cargo de los mismos policías que aparecen como autores materiales de la muerte de Patricia Villalba, o de otros miembros de la organización.
Durante los próximos días los investigadores avanzarán sobre ese esquema. Una vez que termine la indagatoria a Musa Azar, tienen previsto volver a aquel 16 de enero, cuando desaparecía Leyla Bshier. Para ellos, una y otra muerte están vinculadas con la intervención de un mismo grupo de tareas que trabajó bajo las órdenes de Musa Azar.
Mientras eso sucede, el esquema de los tres grupos contiene elementos importantes. Entre otros, las características del primero. Los elementos relevantes serían la cocaína y los hombres de dinero y con contactos suficientes como para motorizar el operativo de la desaparición del cuerpo. ¿Quiénes son? Entre los detenidos está, por ejemplo, Carlos “Pololo” Anauate, uno de los diputados juaristas que cayó en desgracia por el escándalo de La Dársena. La imputación contra él, hasta el momento, es asociación ilícita y encubrimiento agravado. “Existen elementos que indican que tenía conocimiento de la muerte de Leyla”, explicó la fuente judicial mientras adelantaba que a partir de las nuevas pericias que se están haciendo, la imputación podría recaratularse: en ese sentido no descartan que Anauate haya estado entre los responsables de la muerte de Leyla.
Sobre el segundo y tercer grupo todavía quedan varias cuestiones pendientes. Estos grupos habrían trabajado en los dos casos aunque Musa Azar es la única persona que hasta el momento enlaza los dos grupos y las muertes. Está imputado por el homicidio de Patricia y además por encubrimiento y como jefe de la asociación ilícita que se puso en marcha para encubrir la muerte de Leyla. Los peritos sospechan que en su zoo se hizo parte de la operación sobre el cuerpo de Leyla y los tres policías imputados por el homicidio de Patricia reconocieron además que trasladaron hasta La Dársena los restos de Leyla.
¿Pero quiénes más formaron parte del grupo de tareas o de ejecución de las maniobras de desaparición de Leyla? Esta es otra parte del acertijo que aún está en duda. En esa situación está por ejemplo, el propio Patricio Llugdar. De acuerdo a la hipótesis de los 60 mil pesos, su tío habría contratado a Musa para matar a Patricia y salvarlo del crimen de Leyla. Por eso, entre otros datos, la Justicia cree que está comprometido con la segunda muerte, pero aún debe averiguar en qué condiciones o dentro de qué grupo funcionó en el homicidio de Leyla.
Las pistas del interrogatorio
Todas estas cuestiones serán analizadas a partir de ahora. Pero para los responsables de la investigación existe otro tema de carácter institucional que sería central: el rol del ex jefe de Inteligencia de la provincia. Creen que las muertes de las chicas pueden convertirse en una prueba sobre el modo de operar que tenía en esta provincia el ejército de policías comandado por Musa Azar.
En el interrogatorio de 60 preguntas preparadas para Musa, existen algunas claves que apuntan precisamente sobre ese asunto. La jueza María del Carmen Bravo arrancó el cuestionario preguntando, por ejemplo, sobre el patrimonio del ex comisario acusado entre otros delitos por malversación de fondos. Ahí fue cuando la fuente del juzgado disparó aquello del financiamiento: “Para nosotros –explicó– no puede dar cuenta del origen de sus bienes, por eso estamos buscando pruebas de que extorsionaba para financiar sus operaciones”.
¿Qué operaciones? ¿Con qué mano de obra? Las preguntas de la indagatoria también avanzaron sobre esas cuestiones: en otro de los apartados, la jueza buscó saber si Musa, por ejemplo, “usaba a sus policías para limpiar su vereda”. Más allá de la respuesta del ex comisario, lo cierto es que para el juzgado los policías de Musa le servían para cualquier tipo de trabajos. Podían barrer la vereda, podían cargarse un cuerpo muerto como el de Patricia para dejarlo en un descampado, podían formar parte de una banda dedicada al robo de ganado como la que mató al empresario Seggiaro o podían, incluso, despedazar el cuerpo de Leyla Bshier para borrar cualquier tipo de rastros sobre su muerte, tal como suponen los investigadores.
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