El busto ubicado frente al Palacio de Justicia alberga, desde el viernes pasado, entre sus letras gastadas, las caras de los desaparecidos de la Noche del Apagón en Ledesma. Están ahí las fechas. Invariables, sucesivas, de los desaparecidos vinculados con el Ingenio Ledesma. Con esas imágenes y afiches que clonan la cara multiplicada de Carlos Pedro Blaquier vestido de preso, los organismos de derechos humanos del noroeste y diversas organizaciones sociales sostienen una vigilia que aguarda expectante el encuentro –previsto para esta tarde– de la Comisión Interpoderes encargada de monitorear las causas por delitos de lesa humanidad. Pero que además muestran, en el escenario de transición política, la imagen de la re-ocupación de la calle.

Las organizaciones se movilizan bajo la consigna “Repudio nacional a la impunidad cívico-empresarial”. La figura interpelada es la Corte Suprema de Justicia por las dificultades que atraviesan las causas sobre civiles y empresarios que articularon sus prácticas con la dictadura. Pero hoy la sede del máximo tribunal reunirá a representantes de todos los poderes del Estado. La mesa de diálogo formada entorno a la Interpoderes se constituyó en 2008 y permitió avanzar con los juicios de lesa humanidad, pero fue una herramienta que perdió impulso en los últimos dos años. Este año todavía no se reunió. Y en ese contexto, el encuentro de hoy es muy esperado. No sólo por sus resultados efectivos, sino como señal hacia el Poder Judicial. De acuerdo con el temario distribuido por la Corte en función de lo que cada parte presentó, la mesa trabajará sobre el planteo de generar una nueva acordada que reemplace o mejore la acordada de 2012 de la Cámara de Casación Penal y que permitió agilizar los juicios. También los problemas en la integración de los tribunales orales; la lentitud en las audiencias de los juicios y la necesidad de unificar causas. Se espera que, además de estos temas, en la lista incluyan los problemas para el tratamiento de las causas a los responsables civiles, tema que será presentado por parte de los invitados.

“Llevamos tres días de vigilia para mostrar que estamos acá, en la lucha, y que estamos esperando con mucha expectativa la respuesta de la reunión de la comisión”, señala Inés Peña, de Madres de Plaza de Mayo de Jujuy. Inés está parada al lado de la carpa montada y sostenida por la Tupac Amaru, organización central en la lucha contra la impunidad en esa provincia. El edificio del Palacio de Justicia le da la espalda. Lleva un gorro de lana, una capota de polar roja y unos guantes que no llegan a calentarle las manos. “Estamos expectantes sobre las respuestas que nos dará la comisión a los pedidos que formulamos –dice ella–. Queremos resaltar que vinimos de tan lejos porque hasta ahora creíamos que eran suficientes las respuestas jurídicas pero no, creemos que no es suficiente. Que de nuevo hay que salir a la calle, hacer presencia y exigir justicia. Creemos que la única manera es ésta: plantarnos en este espacio. En este caso, en la Corte, para que dé respuesta. Porque, a pesar de todo lo que se presentó, no pasa nada. Pareciera que con los empresarios y los civiles vamos en el camino de la impunidad, si es que nosotros no reaccionamos. Y creemos por eso que tenemos que recuperar esos espacios que hemos dejado latentes, creyendo que sólo se avanzaba con la Justicia en el marco de los juicios. Y no es así.”

Oscar Alfaro es uno de los sobrevivientes de los secuestros en Ledesma. “Queríamos visibilizar el problema del juicio a Blaquier que para nosotros es importante, pero sobre todo sentar presencia de los organismos de derechos humanos del NOA –explica–. Porque casi siempre en nuestras provincias estamos haciendo las movidas y actividades, los abogados van y vienen, pero las respuestas tardan o nunca llegan. Por eso dijimos, vamos a ir donde se deciden las cosas. Por eso estamos acá, en la Plaza, frente al lugar donde se deciden estas cuestiones.”

El escenario de transición política, pero sobre todo las recientes declaraciones de integrantes de la Iglesia, la realización de dos seminarios en la Universidad Católica y en la Universidad de San Andrés en clave de “reconciliación” y de “perdón”; la propagación de artículos o editoriales en el diario La Nación, levantaron preocupación en los organismos de derechos humanos de todo el país. Pero también son parte de las explicaciones que movieron hasta aquí a quienes están en la plaza.

“Las declaraciones de (el obispo Jorge) Casaretto y de la Iglesia nos preocupan. Eso del camino de la reconciliación fue una consigna que jamás aceptamos. Instalar eso en este momento político nos preocupa –dice Inés–. Porque teniendo en cuenta la influencia que tiene el poder de la Iglesia, este discurso de la reconciliación y del perdón nos llena de preguntas y va en consonancia con las dificultades que existen para avanzar con este tipo de responsables.”

No es claro que la Interpoderes dé respuesta a todos estos reclamos. Tampoco es claro que la Corte emita una señal específica. Aun así, uno de los funcionarios que participarán y promovió el encuentro entiende que éste sirve sobre todo por lo simbólico, como compromiso a una política de Estado. A la reunión irán representantes de la Cámara de Casación Penal, del Consejo de la Magistratura, del Ministerio de Justicia, de la Procuración, de la Defensoría, además de diputados y senadores.

Mirta Rosario Mamami es otra de las mujeres que están en la plaza. Tiene a su tío desaparecido. Pertenece a Madres y Familiares de Jujuy. “Porque a pesar de que la Justicia no lo entiende –dice–, nosotros, los familiares, sentimos el dolor y la pérdida de ellos. Y ese sentimiento nos lleva a mantener esto para toda la vida. Y luego seguirán nuestros hijos, los nietos, y eso es lo más importante para nuestras familias: dejar esta herencia a nuestros herederos para que ellos continúen con la lucha.”