Llegó el día. Se espera para las 14.30 de hoy el comienzo del primer juicio por la responsabilidad de un empresario en crímenes de lesa humanidad. Se trata del empresario de transporte Marcos Levin, dueño de La Veloz del Norte. Estará sentado en el banco de acusados por la figura de “instigación a imposición de tormentos” a Víctor Cobos, uno de los trabajadores de la empresa y delegado de la UTA secuestrado en enero de 1977. Pese a que el Tribunal Oral Federal a cargo del juicio ratificó la decisión de comenzar, el efectivo inicio del juicio sufrirá cierta tensión durante la mañana. Con Levin serán juzgados tres policías. Entre ellos, Víctor Hugo Bocos, subjefe de la Comisaría 4ª de Salta, espacio que funcionó como centro clandestino de detención y jefe de seguridad de Levin. A ultimo momento, su médico particular presentó un certificado en el que prescribe quince días de reposo.

Levin será juzgado por una sola víctima en una causa con otros 14 trabajadores secuestrados. Todos fueron perseguidos en la empresa y conducidos a la Comisaría 4ª, pero la causa se dividió en dos partes y sólo ésta llegó a juicio oral. La Justicia de primera instancia y las instancias sucesivas consideraron que el resto de las víctimas no fueron perseguidas políticas y dieron los hechos por prescriptos. Mientras ese tramo quedó a la espera de una revisión en la Corte, las querellas y fiscalía de Salta pidieron al TOF comenzar con este tramo de debate que está pendiente desde marzo de 2014.

Además de Levin, serán juzgados Enrique Víctor Cardozo, jefe de la comisaría 4, y los policías Víctor Almirón y Víctor Hugo Bocos como autores materiales. Bocos, además de subjefe de la comisaría, es uno de los acusados más conocidos por los trabajadores por sus tareas de seguridad en la empresa. Tras la presentación de su médico, su participación está en suspenso. Esa situación prevé distintos desenlaces. Desde que lo separen hasta la suspensión del comienzo del juicio.