Los principales dirigentes de la CGT oficial, el metalúrgico Antonio Caló y el secretario de la Uocra, Gerardo Martínez, afirmaron que el gobernador bonaerense y candidato presidencial del Frente para la Victoria (FpV), Daniel Scioli, tiene “en agenda bajar la inflación”, que “comparte” la opinión de los sindicalistas sobre que “los salarios convencionados no tendrían que estar sujetos al Impuesto a las Ganancias” y que se “comprometió” a enviar un proyecto al Congreso para modificar el esquema impositivo de Ganancias si llega a la Casa Rosada en diciembre. Desde el entorno del candidato, consultado por Página/12, no desmintieron ni confirmaron las afirmaciones de los dirigentes gremiales, aunque admitieron que Scioli mantuvo un almuerzo privado la semana pasada con ambos sindicalistas en el edificio porteño del Banco Provincia.

“Nosotros hemos hablado con mucho respeto con el candidato que apoyamos, que es Daniel Scioli; él esta en el tema, comparte la opinión que tenemos la mayoría de los argentinos, que los salarios convencionados no tendrían que estar sujetos al Impuesto a las Ganancias”, comentó Martínez en una entrevista radial. El secretario general de la Uocra agregó que “entendemos que para eso, él (por Scioli) se comprometió a generar una instancia que todos estamos pidiendo que es, por un lado, el Consejo de Desarrollo Económico y Social, para discutir un anteproyecto de ley para después presentarlo en el Congreso, y él se comprometió a darle impulso al tratamiento, porque cree que es algo que hay que resolver”.

Sobre este tributo, Martínez argumentó que “es injusto lo que está ocurriendo”, y dijo que la posibilidad de solucionar la cuestión es presentar “un proyecto de ley para tratarlo en el Parlamento, porque es una reforma impositiva”. “Más allá de que hay salarios muy altos y como en todas partes del mundo seguirán pagando impuesto, pero en los salarios convencionados, es lo que estamos reclamando la mayoría de los trabajadores”, aclaró Martínez.

El jefe de la CGT oficial también reveló que Scioli prevé impulsar la modificación del Impuesto a las Ganancias aplicado a los salarios si es electo presidente en octubre, al tiempo que sostuvo que el candidato oficialista tiene “en agenda bajar la inflación”.

“El otro día, estuvimos hablando con Daniel Scioli en la mesa sindical ‘Scioli Presidente’ y no sólo lo que aqueja a los trabajadores es el Impuesto a las Ganancias, que lo correcto es mandar una ley al Congreso y reformular la cuarta categoría”, relató Caló sobre el encuentro con el gobernador también en una entrevista radial.

“Queremos bajar la inflación. Le pedimos que tenemos que bajar la inflación en dos o tres años. No podemos seguir con inflación porque el peor impuesto que tienen los trabajadores es la inflación. Queremos ver si la inflación se puede llevar a un dígito en cuatro años. De golpe no sirve”, insistió el metalúrgico para reflejar los reclamos que los sindicalistas alineados con su candidatura presidencial le formularon a Scioli. El metalúrgico explicó el porqué de la gradualidad de la medida solicitada y lo ejemplificó en una cuestión de peso: “es como” le ocurre “a un gordo, que lo que engorda en dos años quiere bajar en dos meses 20 kilos; bueno, a los dos meses, lo engorda otra vez”.

El jefe de la CGT oficial sostuvo que la central sindical que dirige tiene “mucha confianza” en que el gobernador bonaerense “es el hombre que puede representar a los trabajadores” desde el Poder Ejecutivo Nacional.”Scioli, como futuro presidente de la Nación, tomó nota de lo que nosotros habíamos peticionado y él ya lo tenía en su agenda también”, señaló Caló.

Consultados por Página/12, los colaboradores cercanos de Scioli no confirmaron que el candidato presidencial hubiera realizado esas promesas a los sindicalistas pero tampoco desmintieron que el gobernador estuviera trabajando específicamente en los temas que mencionaron en público los gremialistas. De todas maneras, señalaron que Scioli estuvo reunido con ambos en el despacho que el gobernador tiene en el piso 19 del edificio que el Bapro posee en la city porteña, en un almuerzo que definieron como “privado”.