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Cuando Martín Sabbatella subió al escenario para dar juramento, la plaza principal del municipio ya estaba repleta. El primer día de su segundo período al mando de la intendencia de Morón tuvo el comienzo deseado: integrantes de organismos de derechos humanos, políticos de la centroizquierda, representantes de la cultura y miles de vecinos se acercaron a darle su apoyo. Eso no fue todo. Minutos antes de comenzar su discurso llegó a sus manos un telegrama de felicitaciones del propio presidente Néstor Kirchner. Cuando el día ya oscurecía y Víctor Heredia cantaba la primera estrofa de su recital, Elisa Carrió llegó a abrazarlo personalmente. Mejor imposible.
Por primera vez en la historia del municipio, el Concejo Deliberante sesionó bajo el cielo de un espacio público. La plaza San Martín, frente a la sede de la intendencia, se transformó en un recinto imaginario y allí mismo, ante los ojos de los mismos que el 14 de septiembre lo reeligieron por amplia mayoría, juró por Dios y por la Patria.
Las sillas apostadas sobre el pasto no alcanzaban para todos los que minuto a minuto iban llegando. Frepasistas de la primera hora, como Darío Alessandro, ocuparon los asientos de uno de los palcos. Muy cerca, varias integrantes de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y algunas Abuelas recibían los aplausos más calurosos. Otra de las figuras más ovacionadas fue el intendente de Montevideo, Mariano Arana, quien luego de participar de la asunción del jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, se acercó hasta Morón a felicitar a Sabbatella y “a todo el pueblo, porque juntos están recuperando la dignidad perdida”.
El discurso de asunción no tuvo sorpresas. Primero hizo un breve balance de su primera gestión, en el que no olvidó resaltar el estado en el que encontró el municipio tras años del menemista Juan Carlos Rousselot. “En 1999 llegamos a un Morón destruido por la corrupción y la ineficiencia. Pero estamos cansados de los mafiosos y los violentos y ya no vamos a retroceder en el camino recorrido”, advirtió. En ese sentido, repasó las acciones más importantes que se realizaron para revertir lo que Sabbatella llama “la vieja estructura política”. Audiencias públicas, la creación de la Casa de la Memoria y la Vida, la asistencia de organizaciones como Transparencia Internacional y una mayor participación de los vecinos fueron algunos de los puntos más aplaudidos de sus palabras.
Al finalizar su discurso y cuando Víctor Heredia ya daba sus primeros acordes, una de las visitas más esperadas apareció entre la gente. Tras un largo abrazo con Sabbatella, Elisa Carrió se apuró a aclarar que, aunque no integra su partido, “lo vengo a apoyar porque es un gran intendente. Nosotros no usamos a nadie para la política, ni tampoco nos dejamos usar”. El día no podía terminar mejor, el telegrama del Presidente, la presencia de Carrió, sus “amigos” de la cultura, los vecinos en la plaza... buenos augurios para los siguientes cuatro años.

Informe: Martina Noailles.