La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, puso ayer en funciones a los nuevos jefes de la Policía Federal, Néstor Roncaglia y Ester Franco, a quienes les pidió que “estén a la altura de este momento histórico”. Bullrich justificó el nombramiento de Roncaglia, ex jefe de la División Drogas Peligrosas y a quien se le adjudican estrechos vínculos con la DEA, al sostener que “esta nueva etapa precisa una gran movilidad y operatividad”.

La ministra dijo que sentía “un sabor amargo” por la partida de “dos buenos policías”, como definió a los salientes Román Di Santo y Héctor Tebes. “Roncaglia representa hoy una etapa que queremos llevar adelante, esta reconversión de la Policía Federal en una policía de investigaciones, en una policía donde la tarea científica, la inteligencia criminal, la investigación sobre el delito complejo y el narcotráfico sean el gran norte de la institución”, explicó.

Bullrich resaltó que por primera vez en la historia la Federal tendrá una subjefa mujer. “La comisaria Franco hasta hoy dirigió con estrictez y sin concesiones el Departamento de Asuntos Internos, por lo cual desde la subjefatura va a quedar claro que todos los policías tienen que estar del lado de la ley”.